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Urbanismo pide que se urbanice la zona de El Zarpazo con vivienda protegida

  • La empresa Granadal es la cuarta que se hace cargo de esta actuación urbanística

Las personas que mediante sorteo público celebrado en mayo de 2007 resultaron adjudicatarias de una vivienda protegida (VPO) en El Zarpazo de Lucena podrán disfrutar de su casa este mismo año si todo sigue su cauce y no hay una nueva paralización de las obras. El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Lucena, Francisco Algar, explicó ahora que Granadal se hará cargo de las obras de urbanización de este plan parcial, "hemos pedido a EPSA (la Empresa Pública del Suelo de Andalucía) que comiencen los trabajos de forma urgente por las edificaciones que ya están realizadas", o lo que es lo mismo, por las 61 viviendas de que la empresa municipal Suvilusa tiene en la zona y las 124 de EPSA.

Según Algar, "la idea es que se puedan dar las licencias de primera ocupación una vez tengan la calificación de VPO". Aunque se está trabajando en ello desde la Gerencia de Urbanismo, "para otorgarla es necesario que la urbanización, por lo menos con respecto a estas viviendas". La promoción de Suvilusa es un edificio de tres plantas ubicados en una manzana cerrada y que contará en su espacio central con una piscina comunitaria y jardines.

Granadal, es la cuarta empresa que se hace cargo del PAU-1, El Zarpazo, una zona que iba a ser la de mayor expansión de Lucena y que está ubicada junto a la carretera de Rute. La urbanización de la zona se adjudicó por primera vez en octubre de 2005 a una UTE formada por tres empresas que ni siquiera firmó el acta de replanteo, ya que incumplió las condiciones puestas por EPSA. Tras salir a licitación por segunda vez, las obras se adjudicaron a Joca, empresa que a los pocos meses de empezar los trabajos solicitó más dinero a EPSA, por lo que ralentizaron el ritmo de trabajo hasta tal punto que las paralizaron. Tras varios meses de abandono, la Empresa Pública de Suelo de Andalucía volvió a sacar las obras a licitación, adjudicándose a Obras Civiles, quien debido a problemas económicos detuvo la actuación.

Francisco Algar explicó que tras este nuevo varapalo, EPSA estuvo estudiando diversas posibilidades, realizando además un proceso muy complicado. Por un lado, barajaba que la anterior adjudicataria renunciara a las obras y las cediera a otra empresa -cosa que finalmente ha ocurrido-, aunque también se pensó en obligar a la UTE a abandonar el proyecto y volver a licitar o incluso esperar a que Obra Civil resolviera sus problemas económicos y después finalizara El Zarpazo.

Algar apuntó que "la UTE ha cedido las obras a Granadal y se ha firmado ya en escritura pública; ahora hace falta la aceptación de EPSA, que está de acuerdo, pero sigue el trámite administrativo correspondiente". Granadal ya tiene personal allí vigilando la obra y planificando el comienzo de los trabajos.

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