Puerto del Calatraveño

Los empantanados

  • Los concejales de Pozoblanco se han enzarzado en una nueva polémica, esta vez por el caso del embalse de Santa María, un paraje artificial por el que la Confederación del Guadiana ha sancionado al Ayuntamiento

LOS políticos de Pozoblanco parece que se resisten a dejar de ser noticia un día sí y al otro también. Como si se tratara de estrellas de la televisión que buscan desesperadamente subir sus índices de audiencia, los ediles pozoalbenses se han enzarzado en las últimas semanas en una nueva polémica -una más y a buen seguro que no será la última-, esta vez a cuenta del embalse de Santa María, un paraje artificial que se ha convertido en centro de esparcimiento natural para los vecinos, pero que utilizando el mismo léxico que su alcalde (el popular Baldomero García Carrillo), tiene menos papeles que una liebre que corre por el campo.

Papeles, lo que se dice papeles, parece que no son muchos los que completan el expediente de este pequeño microembalse a tenor por lo reconocido por el actual equipo de gobierno de PP y PA y de lo expresado por el ex alcalde de la ciudad y actual delegado de Empleo de la Junta, el socialista Antonio Fernández, quien tuvo que salir a la palestra a explicar -o al menos a intentarlo- lo acontecido en torno a esta infraestructura, que carece de cualquier tipo de permiso y que incluso arrastra un sanción económica de 3,4 millones de euros, una multa que el Consistorio vallesano no está en condiciones de asumir.

Ante una situación así, la lógica y el sentido común dictan que lo más recomendable para defender los intereses de los ciudadanos sería que todos los concejales de Pozoblanco hicieran causa común y se plantaran a las puertas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana para decirle a sus responsables algunas cosas, como que es poco serio tardar ocho años en notificar que el embalse de Santa María no cumple con lo legalmente exigible. A partir de ahí, bien harían además los concejales -todos, los 17 de la Corporación- en exigir a la Confederación una negociación para regularizar la situación y evitar el desagüe del pantano.

Pero claro, olvidamos que son políticos y que sus intereses partidarios pesan a veces mucho más que la racionalidad. Así que, dicho y hecho. Empezando por los que mandan (PP y PA), es cierto que el caso del embalse es un asunto heredado de la larga etapa socialista, pero ha sido ahora cuando han querido dar cuenta del problema en lugar de hacerlo cuando les llegó la notificación. Por ello, no han tardado las críticas al oportunismo del equipo de gobierno, que de esta manera desvía un poco la atención del caso de la alineación del Paseo Marco Redondo, en el que las decisiones judiciales han supuesto un duro revés para populares y andalucistas.

Los socialistas han sido los más incisivos en esta teoría de que PA y PP tratan de enfocar el interés informativo en el caso del micromembalse para contrarrestar el desgaste por el caso de la alineación, si bien en el PSOE también se han visto forzados a reconocer que se podría haber gestionado mucho mejor la construcción del pantano.

Pero además, el alcalde de Pozoblanco ha abierto los cajones de su despacho para dar cuenta del legado recibido de los socialistas y avanzar "que hay muchos otros asuntos" en el aire, como la depuradora de aguas residuales, con lo que todo apunta a que este caso del pantano no es más que el principio de nuevos enfrentamientos.

Así las cosas, lo único claro es que los políticos pozoalbenses han apostado claramente por empantanar la vida pública de la ciudad. Según la Real Academia de la Lengua (RAE), el verbo empantanar tiene varias acepciones; una de ellas es la de "llenar de agua un terreno, dejándolo hecho un pantano", que es lo que por su cuenta y riesgo y sin encomendarse a nadie hizo el Ayuntamiento de Pozoblanco hace años. Pero además, la RAE define empantanar como "detener, embarazar o impedir el curso de un trabajo o negocio", que es en lo que parece que les gusta ahondar a los ediles vallesanos.

La Academia de la Lengua contempla una tercera posibilidad para el vocablo empantanar, que también se concibe como el hecho de "meter a alguien en un pantano". Aunque en sentido figurado, hay quien ha hecho méritos para ello.

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