Juan Díaz era a primera hora de ayer un hombre muy feliz. El alcalde de El Viso había contemplado con alegría como ese pequeño Belén de Los Pedroches en el que cada cuatro años se convierte su pueblo había colgado el cartel de no hay billetes. La primera de las representaciones del Auto Sacramental de los Reyes Magos había sido todo un éxito de público. "Y no creas que no teníamos miedo de que el tiempo nos hubiera jugado una mala pasada; ya en los ensayos, la lluvia dañó parte de los decorados, que hemos tenido que ir arreglando", resaltó.

Pero ayer, el Cielo escuchó a los viseños y no tiñó de agua una representación vecinal que se pone en escena desde 1863 gracias a la obra del sacerdote malagueño Gaspar Fernández y Ávila La infancia de Jesucristo. Poema dramático dividido en doce coloquios. "Hemos tenido que coger hasta sillas del Ayuntamiento y del cuerpo de guardia de la Policía Local para que se sentaran las personas que han acudido a la representación. Y eso que el graderío tiene 1.300 localidades, además de más de un centenar de sillas", resaltó el alcalde, quien anotó que el numeroso público llegó desde muchos de los pueblos de Los Pedroches, además de zonas de Sevilla, Madrid, Barcelona...

Juan Díaz lleva entre bambalinas desde hace ya meses y conoce la ilusión que le han puesto los aproximadamente 250 vecinos encargados de dar vida a esta versión de los primeros capítulos de los evangelistas Lucas, Marcos, Mateo y Juan. "Me alegro mucho que todo haya salido bien por ellos. Son cuatro años de espera. Los viseños se lo dejan todo en el escenario para mantener esta tradición de siglos, como ya se ve en los ensayos, y hubiera sido muy duro que la climatología lo hubiera estropeado todo. La última vez que se representó -en 2006- hubo lluvia un par de días y el público aguantó estoicamente; pero no es lo mismo, el sonido y la iluminación pierden mucho", indicó. Algunos de esos 250 vecinos llevan metidos en la piel de su personaje desde el pasado mes de septiembre "y no merecen que se les agüe la fiesta".

Al final de la representación, las palmas de Juan también demostraban el reconocimiento del alcalde al trabajo de José Rafael López Pizarro y Carmen María Rubio Mantas, director y ayudante de dirección del auto, respectivamente. "Es que el trabajo de Carmen María, sobre todo, no es fácil. Tiene que enseñar a actuar a niños que tienen desde cuatro años, consiguiendo que se metan en sus papeles de rapaciños o ángeles, por ejemplo", puntualiza.

Ayer, ese pequeño Belén de Los Pedroches colgó el cartel de no hay billetes. Pero, si la lluvia no lo impide, también lo colgará en las representaciones de hoy, mañana, pasado y el día 6. Ese último día, los cinco continentes lo podrán seguir a través de internet en la página web www.elviso.es