Caldos que le dan vida al corazón

Fueron palabras de experto, con conocimiento de causa. "La toma moderada de vino beneficia al metabolismo de los lípidos (colesterol) y es saludable contra las enfermedades coronarias". Lo dijo ayer el cirujano cardiovascular Manuel Concha en un momento de su pregón de la LIV Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles. Quien lo escuchó en las Bodegas Navarro sabía que esas palabras salían de la boca de una de las personas que más saben de todo lo relacionado con el corazón humano. Y precisamente corazón fue lo que le puso el también consejero editorial de El Día a su exaltación de la fiesta, en la que no sólo habló de vino y salud sino que también relacionó los caldos con la historia, la cultura, la sociedad y las letras.

Durante su alocución destacó que "en las últimas décadas y a raíz de diversos estudios científicos de un grupo internacional de epidemiológicos, se puso de relieve la importancia de la dieta y de los estilos mediterráneos, entre los que se incluía el consumo de moderadas cantidades de vino en las comidas". El prestigioso galeno insistió en que se sabe que el consumo moderado y juicioso de bebidas alcohólicas resulta beneficioso de forma global para la salud, y que la relación entre mortalidad total y de causa cardiovascular y el consumo de bebidas alcohólicas sigue una curva en forma de u, "lo que significa que el consumo moderado tiene un efecto beneficioso mayor al de la propia abstención y que ese beneficio se pierde cuando ese consumo se exagera". Dejó claro que ese consumo moderado significaría en término medio entre 30 y 50 gramos de alcohol al día.

No obstante, Manuel Concha no olvidó que "quizás estemos asistiendo dramáticamente a un incremento del alcoholismo juvenil y adulto con rápido ascenso que está dando incluso lugar a la aparición de patologías nuevas o que está creando un problema sanitario y social serio". Y destacó que el alcoholismo es igual que la droga, una drogadicción que precisa de un tratamiento sanitario y de un enfoque social. "Es por ello importante como ocurre en otras facetas de la educación sanitaria, que el conocimiento y la divulgación científica sobre los efectos beneficiosos y perjudiciales de nuestros alimentos o conductas de vida, sean el elemento fundamental de educación sanitario que puedan mantener el equilibrio necesario que hagan del vino un complemento de nuestra estabilidad", apostilló. En este sentido, el cirujano cardiovascular lamentó que quizás no haya existido una información adecuada especialmente a los jóvenes sobre los aspectos sanitarios y positivos del consumo de vino natural de manera juiciosa y moderada "frente a ese consumo de bebidas más fuertes que les perjudican extraordinariamente".

Esas palabras fueron escuchadas al detalle por la vendimiadora mayor de las fiestas, Carmen María Bellido Pedraza, y sus damas de honor: Dévora Mesa Santos, Aurora Marías Lao Salas,; Fátima Luque Albornoz, Gema Rasero Maqueda, Irene Aguilar Castellanos y Lorena Ruz Priego. A ellas se refirió Manuel Concha para decirles que representan ese vino joven, cristalino, "con ese aroma sugerente que destila una fragancia especial, la que sale de sus jóvenes corazones continuadores de esas viejas soleras, pero aportando la fe, la esperanza y el sentimiento profundo de abrir nuevos caminos".

Presentado por el periodista Rafael Cremades, quien también ya pregonó las fiestas, de Manuel Concha se recordó, entre otras cosas, que en 1977 se hizo cargo del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, donde llegó a alcanzar notoriedad internacional gracias a intervenciones de gran complejidad, como el trasplante de corazón a la persona de menor de edad en España, realizado en agosto de 1994 .