-¿Qué siente cuando se le acusa desde el PSOE e IU de que no es un alcalde legítimo?

-No me afecta. Respeto mucho esas opiniones, pero los representantes de los ciudadanos de mi pueblo han creído conveniente que sea yo quien me siente en el sillón municipal. Y el motivo por el que yo he llegado hasta aquí es el de hacer política siempre para servir. Si lo de ilegítimo es porque me ha dado su voto en la sesión de investidura el ex alcalde [Benito García, al que expulsó el PSOE de sus filas], no tengo muy claro que lo que ha hecho Benito García se ajuste a lo que se entiende por transfuguismo.

-¿Teme que el PSOE, como ha amenazado, lleve el asunto a la Mesa Antitransfuguismo?

-No. Ellos deberían de interponer los intereses de Pozoblanco antes de dar cualquier paso. No deben olvidar que hemos llegado hasta este punto por un problema creado por el PSOE en su momento, por lo que desde el principio no me he cansado de pedir la dimisión en bloque de los concejales del PSOE. No deben llevar esto a otras extremas consecuencias.

-¿Puede perjudicarle al PP de cara a las próximas municipales coger la Alcaldía con sólo dos años por delante?

-Si cuando se nos ha presentado esta ocasión hubiéramos actuado políticamente, a lo mejor nos hubiéramos creado muchas dudas antes de dar el paso, pero no hemos pensado políticamente y hemos ofertado nuestra alternativa porque creíamos que había que tomar una determinación.

-En su investidura, el PSOE le apuntó que la primera medida que debe tomar como alcalde es decretar la paralización de la licencia de la construcción que impide la alineación del Paseo Marcos Redondo, una obra a la que ustedes se han opuesto. ¿Va a tomarle la palabra al PSOE ahora que es el alcalde?

-Es uno de los pasos que no se va a tardar en dar. No voy a decir que será mañana o pasado, pero la cosa va a ser rápida, ya que es algo en lo que hemos venido insistiendo y nos sentó muy mal que cuando la paralización se llevó a efecto por parte de Secretaría, el alcalde dictara un decreto con todo lo contrario. Desde aquel famoso Pleno en el que los grupos de la entonces oposición aprobamos la paralización de las obras se tenían que haber tomado determinaciones. No sé cuándo vamos a dar el paso porque nosotros tenemos unos servicios jurídicos que son los que nos tienen que marcar las pautas al respecto. Aunque está en periodo de sentencia [después de que el PSOE denunciara el acuerdo plenario], no esperaremos hasta que el juez dictamine para parar la obra.

-¿Cuáles piensa que son los principales proyectos a resolver ya?

-Lo que he podido comprobar en mi primer día en el cargo es mucha paralización en lo que respecta a la gestión diaria. No obstante, el problema más acuciante e inmediato que veo es el presupuesto municipal. Debemos aprobarlo cuanto antes. El resto serán proyectos que iniciaremos y que cuando pasen dos años estarán sin terminar.

-¿Tiene ya claro cómo va a repartir las delegaciones?

-Estamos pendientes de reunirnos con el PA cuanto antes para empezar a confeccionar primero el equipo de gobierno. Lo que tengo claro es que tenderemos la mano también al resto de grupos para que participen no del equipo de gobierno, pero sí con alguna delegación, porque estos dos años hay que acometerlos desde una perspectiva donde reine el sentido común, con la participación de todos.

-¿Esa mano también está extendida a Benito García?

-También. No excluimos ni marginamos a nadie, aunque él ya dijo en la sesión de investidura que no quiere participar. Y suscribo, como él dijo, que no me he reunido nunca con Benito García ni para que me diera la Alcaldía ni tengo ningún tipo de pacto con él.

-¿Tiene miedo a dos años de gobierno en minoría?

-No. Desde el momento en el que dimos el paso no podemos pensar que en dos años va a haber elecciones porque si no nos estaríamos equivocando. Tan sólo debemos pensar en soluciones.

-Usted pasará a la historia como el alcalde que acabó con tres décadas de gobierno del PSOE, donde algunos concejales acumulan ya muchos mandatos en el Ayuntamiento. ¿Cuántos años cree que debe mantenerse un político en un cargo?

-Siempre ha dejado muy claro que mi idea de la democracia pasada por que nadie tuviera un sillón de mando más de ocho años. Es un compromiso que adquirí con los ciudadanos de Pozoblanco y debería ser algo marcado por la ley. Respeto a quien piense de otra forma, pero yo no voy a ser incongruente con lo que pienso. Eso no quiere decir que esa experiencia que se acumula no se pueda poner luego al servicio de los ciudadanos desde otra perspectiva o situación. Los sillones no deben estar por encima de las personas. Debemos dejarnos de intereses personales y pensar un poco en los intereses comunes.