La conservación ambiental será uno de los ejes del plan rural para Córdoba

Uno de los aspectos fundamentales sobre los que girará el nuevo plan de desarrollo rural para Córdoba será el medio ambiente y más concretamente la conservación de los enclaves más singulares y de las zonas con más riesgo de degradación. Así lo han dejado claro los agentes sociales, políticos y económicos de la provincia que han elaborado el documento para la Nueva Estrategia Rural de Andalucía (Nera), donde la sociedad cordobesa deja muy claro que existe una "sensibilización de la sociedad rural, que asume la necesidad de garantizar el desarrollo sostenible de los territorios".

Aunque a partir de ahora son los siete grupos de desarrollo rural (GDR) los que tendrán que evaluar, fomentar y aprobar proyectos, las líneas maestras marcadas en el Nera para Córdoba apuestan por actuar sobre los elementos singulares del patrimonio natural cordobés, destacando entre ellos la dehesa y el olivar de sierra, "referentes de identidad cultural de las comarcas del Norte". Por ello, "en atención a su singularidad y a su función en el desarrollo económico sostenible del territorio, es necesario mejorar su grado de conservación y su puesta en valor, apostando por la innovación tecnológica en la producción derivada y en la gestión, por la diversificación de las actividades económicas ligadas a estos entornos y por su adecuada promoción, asociándolas a la actividad turística".

A todo ello se une la voluntad de implicar a la población en la protección de los parques naturales, favoreciendo su puesta en valor mediante el impulso de actividades económicas compatibles con la conservación en estos espacios, "para cambiar la percepción del Parque Natural como factor limitador del desarrollo", así como un impulso a la regeneración y conservación de los ríos, riberas y arroyos de la provincia, que constituyen algunos de los "entornos naturales más vulnerables".

A la sociedad rural le preocupan cuestiones como la pérdida de la diversidad biológica, la degradación del paisaje, la calidad del agua y del suelo. Ante ello, proponen a los GDR reducir los impactos de determinadas "actividades antrópicas, a través de medidas encaminadas a sensibilizar a la población, reducir prácticas agrarias poco adecuadas asesorando y capacitando a los agricultores y ganaderos en técnicas de producción sostenibles, limitar actividades cinegéticas agresivas con el delicado equilibrio natural de algunos entornos y controlar exhaustivamente los procesos de urbanización y su incidencia", entre otras actuaciones.

Sobre este último asunto, el diagnóstico sobre la provincia elaborado por los grupos rurales señala que ante la repercusión medioambiental de determinados usos irregulares, la ordenación urbana ha sido nuevamente valorada como uno de los instrumentos con los que cuenta la Administración para controlar el crecimiento desmesurado. Proponen así "endurecer las medidas de control al respecto y la aplicación de disposiciones que garanticen la sostenibilidad medioambiental". En relación con la competencia de los distintos sectores por el uso del suelo, el análisis provincial se inclina por "incrementar los actuales esfuerzos para encauzar situaciones derivadas de la expansión urbanística, especialmente en lo tocante al aumento de las construcciones irregulares, que presionan sobre el suelo incluyendo el rústico".

El Nera para Córdoba incluye siete estrategias comarcales para cada uno de los territorios que conforman la provincia (Campiña Sur, Guadajoz-Campiña Este, Valle del Guadiato, Medio Guadalquivir, Los Pedroches y Sierra Morena). Hasta el año 2105, estos GDR gestionarán en torno a los 58 millones de euros, aunque todavía no está cerrado el montante definitivo. Uno de los objetivos marcados por los grupos para dinamizar el mundo rural es consolidar y crear hasta el año 2015 unos 5.000 empleos en Córdoba, según anunciaron sus responsables hace apenas un mes.

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