Los trabajadores de Cooperativa Valle de Los Pedroches (Covap) tienen miedo a que la crisis en la que se encuentra inmerso el sector ganadero acabe afectando a sus empleos y preparan movilizaciones ante determinadas "estrategias" que está desarrollando la cooperativa con sede en Pozoblanco. Fuentes de los trabajadores manifestaron ayer a El Día que Covap quiere realizar subcontratas a empresas externas para minimizar al máximo los ajustes laborales de trabajadores de la zona y alertaron de que cabe la posibilidad de que parte de la actividad de la cooperativa pueda salir incluso de la comarca e ir a para a otras zonas. Temen además que detrás de ampliaciones de determinadas actividades de Covap, planteadas en localidades como Puertollano, se esconda un posible un traslado de la actividad a esta localidad de la vecina Ciudad Real.

Las acciones del comité de empresa de la sección de cárnicos, bajo control de UGT en su totalidad, comenzaron ayer. Los empleados se sentaron con el alcalde de Pozoblanco, Benito García, quien no quiso hacer declaraciones, para trasladarle sus inquietudes acerca de lo que consideran que podría suponer un incremento de parados en la comarca.

Fuentes de los trabajadores afirman que todavía están a la espera de mantener un encuentro con el director general de la cooperativa, Miguel Ángel Díaz Yubero, para que les explique la situación, pero fuentes cercanas al consejo rector de la firma reconocen que existe un creciente malestar en la cooperativa por parte de trabajadores y de socios - "todos somos Covap", afirman- que puede estar relacionado con la profunda crisis que atraviesa el sector ganadero.

El alza del coste de los piensos, que han subido más del 30% en apenas dos años, los bajos precios a los que se paga el ganado en origen y las sequías de los últimos años han llevado a una situación crítica a muchos productores de Los Pedroches y eso está afectando a sus relaciones con la cooperativa, según las mismas fuentes.

El momento en el que se plantean las posibles movilizaciones de la cooperativa es complicado. A la crisis hay que sumar que el periodo de matanza, sobre todo de cerdos ibéricos, comienza ahora. La actividad genera muchos puestos de trabajo durante los próximos cuatro meses, cuando se sacrifican las cabañas. Y es precisamente ahora cuando los trabajadores temen que estas tareas se externalicen y que no se contrate a personal de la zona como ocurría hasta ahora, sino que pueda llegar de la mano de subcontratas.