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Manuel Espejo rescata sus recuerdos y las tradiciones de la Semana Santa

  • El pregonero de los días de Pasión dedica parte de su discurso a la hermandad de las Virtudes

Profunda religiosidad, acercamiento a Dios, las siete Virtudes a gala y sobretodo amor, a Baena y a su Semana Santa, marcaron hondamente el Pregón de la Semana Mayor baenense en la mañana de ayer con una sala de butacas repleta y entregada. El pregonero de la Semana de Pasión 2016, el escritor Manuel Espejo, consiguió poner en pie el abarrotado Teatro Liceo con un discurso apasionado, versado y marcado por las palabras que dicta el Evangelio.

Verso a verso, Espejo fue desgranando la pasión, muerte y resurrección de Cristo con una plática pausada y cercana, mostrando como la Semana Santa de Baena transcurre de forma cronológica y según lo dictan las Sagradas Escrituras. Especialmente emotivas fueron sus palabras dedicadas a la hermandad de las Virtudes a la que pertenece y a Nuestro Padre Jesús Nazareno.

En su pregón, Espejo mostró una especial satisfacción por el hecho de haber sido él quien introduzca y muestre lo que es la Semana de Pasión baenense, con sus judíos y antiquísimas tradiciones, a su pequeño nieto Francisco: "Sentarlo sobre mis rodillas y que se sorprenda, que sea su abuelo quien le cuente las tradiciones y rescate para él los recuerdos".

La jornada de ayer sirvió también para despedir a la actual junta directiva de la Agrupación de Cofradías de Baena, con su presidente Juan Carlos Roldán al frente, tras ocho años de mandato. En el mismo acto también tuvo lugar la presentación de la tradicional revista Cabildo en la que entre sus más de 150 páginas se pueden encontrar diferentes artículos sobre la distintas hermandades, fotografías, poesías, así como artículos de opinión.

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