Un equipo de arqueólogos que trabaja en el recinto aristocrático palacial ibérico del Cerro de la Merced ha llevado a cabo, junto con personal especializado en movimiento de grandes bloques de piedra de la empresa egabrense Espinar e Hijos, el embalaje de un gran sillar de piedra de más de 450 kilos de peso hallado durante las excavaciones para su posterior traslado al Museo Arqueológico de Cabra. Con anterioridad varios especialistas evaluaron la posibilidad de mover la pieza para preservarla, decidiendo finalmente proceder a su depósito en el recinto arqueológico.

Los testimonios gráficos de esta operación han causado expectación y curiosidad entre la población ya que se trata de una pieza arqueológica de unas dimensiones muy superiores a las que habitualmente se encuentran en cualquier yacimiento. Dado que es imposible acceder con maquinaria a la cima del Cerro de la Merced el procedimiento se realizó por medios manuales. Un gran cajón de madera acolchado sirvió para proteger la pieza para asegurar su integridad durante el traslado que hizo necesario el corte puntual del tráfico rodado en la calle Martín Belda, donde se ubica el Museo.

El equipo dirigido por el catedrático de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Quesada, dio a conocer que se trata de "un gran sillar de piedra tallado con relieves fitomorfos ornamentales de gran calidad y de un tipo muy raramente documentado en un contexto arqueológico controlado, lo que multiplica su valor histórico", suponiendo que probablemente hubiera pertenecido a un gran monumento conmemorativo anterior al recinto hoy visible del que ya se habían encontrado previamente restos que pueden ser visitados en el espacio expositivo local.

Este conjunto arquitectónico está datado entre los siglos IV al I antes de Cristo y supone uno de los mejores testimonios de cómo vivieron y se comportaron las poblaciones íberas en la península durante este periodo en el que también se produjo la conquista romana del interior de Andalucía. Según las investigaciones, se trató de un complejo aristocrático que fue demolido por orden de Roma. Entre las novedades que el equipo del profesor Quesada ha descubierto a lo largo de la campaña se encuentra una nueva zona anexa a lo ya excavado y de datación anterior, donde han aparecido una serie de restos como un escudo ibérico, puntas de lanza o fíbulas de bronce que trasladan el inicio de la actividad en este lugar al siglo IV antes de Cristo.

La importancia del yacimiento ha trascendido a foros de estudio como el que organizó la UNED el pasado mes de julio en la ciudad de Cuenca, un seminario de carácter internacional bajo el título de El legado de Roma en Hispania, donde se dieron cita especialistas y centros de investigación en el que el Cerro de la Merced fue uno de los centros de atención por lo singular de su naturaleza.