El sindicato profesional de enfermería Satse denunció ayer que el incremento de actividad asistencial originada mayoritariamente por la epidemia de gripe "no tiene ninguna respuesta positiva" desde la dirección gerencia del hospital comarcal Infanta Margarita de Cabra, a la que acusó de limitarse a gestionar el asunto bajo el prisma de que "esto es lo normal en este tiempo y que hay que aguantar". Satse denunció que profesionales y pacientes están "abandonados a su suerte" y que la masificación del centro, sin refuerzo de profesionales, "condena al hospital a un caos asistencial".

El martes 21, según el sindicato, el hospital egabrense amaneció con 28 pacientes sin poder estar ingresados en su correspondiente cama de hospitalización, de forma que ocupaban sillones o camillas. A ello habría que sumar, según el Satse, a numerosos pacientes con diversas patologías ingresados en la planta de maternidad, mezclados con mujeres gestantes y con niños recién nacidos. Ayer la situación no era mejor, pues hasta tres pacientes pasaron toda la noche en una camilla en la sala de espera de Urgencias en unas condiciones que el sindicato calificó de "lamentables".

Esta situación de crisis pone al hospital de Cabra "al borde del colapso continuamente", y "tuvo en vilo" durante la jornada del martes las perspectivas quirúrgicas del día siguiente, con "alto riesgo continuado" de suspensión por no existir disponibilidad de camas. Según el Satse, esta situación está propiciada por ser el Infanta Margarita el hospital con menos camas por habitante de Andalucía, una "denuncia histórica" para cuya solución la administración sanitaria "se ha declarado incompetente".

El colectivo insistió en que el gerente. Jesús Lama, "se limita a marcar dos estrategias". Una consiste en reunir al personal facultativo para persuadirle de la generación de altas "precoces", hecho éste que, en opinión del Satse supone "interferir" desde el punto de vista económico y gestor en "algo tan sensible como es el alta del paciente y que debería estar sujeto estrictamente al aspecto clínico". La segunda línea consiste en no reforzar unidades pese a que se desarrolle una actividad asistencial incrementada en hasta un 300%. La intención en todo caso es "ahorrar a costa de la salud de pacientes y profesionales", insistió el sindicato.