La Policía Local y sus agentes sociales con representación en el Ayuntamiento se reunirán mañana con el alcalde de Lucena, Juan Pérez (PSOE), máximo responsable de la Policía Local, así como con el concejal de Personal, José Cantizani, para alcanzar un acuerdo que evite, en la medida de lo posible, el "desastre salarial" al cual se enfrenta el colectivo policial. Estos empleados están afectados por la medida adoptada por el Gobierno central al ver incrementada su jornada laboral a 37,5 horas y sufrirán asimismo una bajada del salario mensual neto de aproximadamente unos 300 euros.

En la tarde del pasado viernes se celebró una asamblea de funcionarios de la Policía Local de Lucena a la que acudieron casi la totalidad de los agentes. Durante el transcurso de la misma se pusieron de manifiesto las medidas de ajuste, que consisten principalmente en la ampliación de la jornada laboral y la reducción de salarios, así como la pérdida de la paga extra del mes de diciembre, entre otras. Por este motivo, la Unión Sindical Obrera señaló a este respecto "que la pérdida remunerativa que supondrá la aplicación de esta medida para la Policía Local de Lucena podría rondar los 300 euros líquidos mensuales por agente -la desaparición del Complemento de Productividad en su totalidad-, una cifra anual por funcionario de policía de 3.600 euros, lo que supondrá una recaudación para el Ayuntamiento lucentino de alrededor de 310.000 euros aproximadamente, a lo que habrá que añadirle la ya confirmada pérdida de la paga extra de diciembre".

Según ha informado el colectivo, los empleados públicos se manifestarán todos los viernes a las puertas del Ayuntamiento con camisetas negras. Los empleados públicos lucentinos acordaron el pasado viernes esta medida y eligieron el negro porque es el "color con el que los mercados han decidido teñir el presente y futuro de la clase trabajadora y de las generaciones futuras", puntualizaron. Estas concentraciones cuentan con el apoyo de toda la representación sindical y en ellas se entiende que deben ser los trabajadores los auténticos protagonistas de las jornadas.

Por ello, en las concentraciones no habrá logos ni banderas sindicales que puedan dar lugar a representaciones grupales o políticas: sólo habrá trabajadores con camisetas negras y los emblemas "Sí, soy empleado público" en el anverso y "No soy culpable de la crisis. ¡Basta ya!", en el reverso.