Provincia

Un informe del Semes sostiene que los municipios necesitan unos 300 desfibriladores

  • Los colegios y gimnasios son los primeros que tendrán el aparato

Disminuir el número de muertes súbitas cardiacas por infarto. Éste es el objetivo de un proyecto promovido por la Sociedad Científica de Urgencias y Emergencias (Semes) con en el que la Diputación se ha comprometido económicamente. Según el colectivo, las muertes por esta causa se podrían reducir de "manera drástica" con la incorporación en ciertos espacios públicos y privados de unos desfibriladores semiautomáticos. Un primer estudio de toma de contacto con la situación en relación a este tema en la provincia desvela que harían falta incorporar un total de 293 aparatos para cubrir las necesidades de cardioprotección.

En una primera aproximación, y teniendo como referencia el número de habitantes de cada localidad, la asociación mantiene que municipios como Lucena necesitarían 14 desfibriladores, mientras que a Baena, Cabra, Montilla, Palma del Río, Pozoblanco, Priego de Córdoba y Puente Genil, le harían falta ocho a cada uno de ellos. El resto de localidades necesitarían tres. El vicepresidente primero de la Diputación, Salvador Fuentes, mostró su apoyo a la iniciativa de dotar a los municipios de estos aparatos en espacios como colegios, instalaciones deportivas, residencias o ambulancias, ya que actuar en los primeros minutos del infarto es fundamental para evitar el fallecimiento. Al respecto, Fuentes aseguró que "no hay plazos, hay que hacerlo cuanto antes", y puntualizó en relación al coste de los aparatos que "voy a intentar que este gasto se refleje en el presupuesto que saldrá a finales de enero". Cada desfibrilador semiautomático cuesta 1.500 euros y tiene, como particularidad, que "cualquier persona puede usarlo, sin tener porque ser profesional sanitario", afirmó el presidente de Semes Andalucía y director del grupo de trabajo, Fernando Ayuso.

Desde Semes se insistió en la necesidad de formación y concienciación de la población con respecto al tema de las muertes súbitas. La asociación puntualizó que se pretenden establecer planes de colaboración con cada ayuntamiento de la provincia para la instalación de los aparatos para que exista una red de desfibriladores. Desde la Diputación se incidió en que "si no podemos pagarlos todos, intentaremos pagar algunos". Y es que desde Semes aseguran que "como mínimo cada municipio tendría que poseer un aparato".

Al acto de presentación de esta "declaración de intenciones" que se irá llevando a cabo de manera paulatina, acudió también el ex futbolista del Salamanca, Miguel García, que contó de primera mano su experiencia, ya que sufrió un infarto mientras jugaba. "El desfibrilador funciona, me salvó la vida", recalcó el deportista.

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