El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), a través de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y la sociedad estatal Acuasur, tiene en marcha una iniciativa cuya misión es la de evitar que los residuos ganaderos que se generan en la comarca de Los Pedroches y que van a parar a distintos cauces alcancen finalmente el embalse de La Colada y, por lo tanto, preservar la calidad de las aguas que almacena esta infraestructura.

El anunció hecho público ayer por la Confederación del Guadiana especifica que el proyecto consiste en una planta de bombeo que permite recoger la escorrentía de los caudales ordinarios del arroyo Guadarramilla (arroyo que incorpora recursos a la presa) de tal manera que "garantice en mayor medida la calidad del agua embalsada en la presa de La Colada, de la cual parte el suministro de agua a la comarca de Los Pedroches y la de Almadén", en la provincia de Ciudad Real. Los objetivos perseguidos con el proyecto son, por un lado, "garantizar la calidad del agua embalsada" en el pantano de La Colada, así como evitar que "las aguas afectadas por los aprovechamientos ganaderos de la zona, con gran concentración de purines durante períodos de estiaje, lleguen al embalse, y por último cumplir con los requerimientos de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana tanto en lo relativo a materia de calidad de aguas como de dominio público hidráulico".

Según ha podido confirmar El Día, esta actuación supondrá una inversión de 1,57 millones de euros y las actuaciones tendrán un plazo máximo de ejecución de seis meses. No obstante, el proyecto está todavía pendiente de aprobación por el MARM, que es el que tiene que autorizar la ejecución de la iniciativa. De momento, el proyecto se encuentra desde hoy en fase de exposición pública por espacio de un mes y, en caso de que no haya que atender alegaciones, el Gobierno podrá después autorizar la obra.

La plataforma de bombeo se sitúa sobre una cola del embalse, por encima de la cota de máxima inundación, donde ya se ha construido un pequeño azud de hormigón que permitirá remansar el agua y captar lateralmente mediante "un bombeo en palafito los caudales ordinarios y mediante una tubería de impulsión salvar la divisoria para derivarlos aguas abajo de la presa, evitando así la incorporación de caudales con elevada carga de contaminación al embalse". Además, se ha habilitado una explanación para situar el centro de transformación y el centro de control. La acometida eléctrica se realiza desde la línea aérea existente para suministro eléctrico a la presa de La Colada que discurre por las proximidades y consta de un tramo aéreo y un tramo subterráneo hasta alcanzar el centro de transformación. Desde la estación de bombeo parte la conducción. La tubería consta de dos tramos separados entre sí por la arqueta de rotura de carga. El tramo en impulsión tiene una longitud de 1.020 metros y el de gravedad 520 metros que finaliza en otra arqueta de rotura de carga con disipador de impacto, informó la Confederación del Guadiana.

La presa de La Colada ha tenido un coste de 24 millones de euros que ha sido financiado en un 70% a través del Fondo de Cohesión de la Unión Europea (fondos Feder), un 10% por la Diputación, un 2% por la entidad pública Aguas de Castilla-La Mancha y el 18% restante por la sociedad estatal Hidroguadiana (ahora Acuasur), que realizó las obras por encomienda directa del Gobierno.