Provincia

La reserva de agua en los embalses sube un 8% en las últimas dos semanas

  • Los pantanos superan los 1.000 hectómetros por vez primera en este año hidrológico

Dos temporales de lluvia consecutivos han sido suficientes para que la reserva de agua de los embalses cordobeses supere la barrera de los 1.000 hectómetros cúbicos por vez primera en lo que va de año hidrológico. Según el último parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), en sólo dos semanas la reserva de agua ha crecido en un 8% y su cantidad en 196 hectómetros cúbicos. Así, la lluvia no ha salvado la crítica situación que atraviesan los embalses cordobeses, pero al menos la ha aliviado.

El pantano que más ha subido de nivel ha sido el de La Breña. En sólo 14 días, su vaso ha recibido 27 hectómetros cúbicos y su nivel ha crecido de un 32% hasta un 60%. Este embalse es fundamental para garantizar el regadío de los campos de la Vega del Guadalquivir. Por contra, el pantano que menos ha subido ha sido el más grande. Y es que Iznájar ha recibido tan sólo 13 hectómebros cúbicos y su nivel ha crecido en un 1,5%. La situación de Iznájar no es crítica pero sí alarmante. El embalse de más tamaño del Sur de España está al 27% de su capacidad, cuando hace sólo un año estaba al 33%.

Además, en la provincia existe un pantano que está lleno. Se trata del más pequeño de Córdoba, el de Guadanuño, que abastece a la base militar de Cerro Muriano y a esta barriada periférica de la capital. Esta presa contiene 1,57 hectómetros, de los 1,6 que es capaz de retener.

En el resto, el incremento es más o menos similar a la media. El embalse del Guadalmellato, que abastece a la ciudad de Córdoba, ha conseguido un nivel desconocido desde hace años. Este pantano ha crecido en un 22% y retiene 123 hectómetros cúbicos de agua. Con esta cantidad, el abastecimiento a la ciudad está garantizado al menos para los próximos dos años. Algo menos ha crecido el nivel en el segundo embalse del que bebe la ciudad. En San Rafael de Navallana el nivel ha subido en un 13% y se ha situado en un 48% sobre el total de su capacidad. También retiene agua suficiente como para que se disipe para los próximos años el fantasma de las restricciones.

Sierra Boyera, la presa de la que se abastecen todos los pueblos del Norte, también ha aumentado su nivel, aunque no tanto, en un 7%. Sin embargo, el vaso retiene 31 hectómetros cúbicos, el 75% de su capacidad. También tiene agua para años. No ocurre lo mismo en los embalses de regadío, como Iznájar o Puente Nuevo, que sólo ha subido un 6% y está a un preocupante 21% sobre su capacidad.

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