La Unión Europea -por el medio del comisario de Agricultura, Dacian Ciolos- comunicó ayer al Gobierno de España y al sector que autoriza las ayudas al almacenamiento privado de aceite de oliva después de intensas gestiones políticas y de las organizaciones agrarias. La medida está provocada por los bajos precios del mercado y responde a una lógica económica: a menos producto en oferta, la demanda -particularmente, los intermediarios- tendrán que pagar más. La UE ha puesto cifras y plazos a esta cuestión, que nace ante el próximo inicio de la campaña de recolección de la aceituna.

En total, la Unión Europea financiará ayudas por un total de 100.000 toneladas y un plazo limitado de seis meses (la última vez que se autorizó fue por 36.000 toneladas y tres meses, con un alcance más limitado). La producción media española anual ronda las 800.000 toneladas. Desde la UE se considera que la cantidad autorizada no generará problemas en el mercado, mientras que la ministra del Medio Rural, Rosa Aguilar, aseguró que no tendrá incidencia sobre el consumidor. El Gobierno lleva meses gestionando esta decisión, de acuerdo con las organizaciones agrarias, teniendo en cuenta que el bajo precio del aceite. Sólo el anuncio de las ayudas al almacenamiento privado ya deberían provocar un repunte de los precios del aceite de oliva.

La ministra defendió ayer el establecimiento del mecanismo de intervención de las ayudas de almacenamiento privado como un mecanismo automático, que debe activarse ante una bajada abrupta de los precios que haga insostenible el cultivo durante dos semanas consecutivas, aunque el Gobierno reclamaba que se activara también cuando se producen perturbaciones de mercado. Es decir, cuando el aceite está bajo y cuando está cayendo. Aguilar explicó que hace dos semanas presentó en Bruselas la carta oficial en la que se establecía que el precio del aceite de oliva había superado a la baja las líneas rojas que aconsejaban la puesta en marcha de las ayudas para que el sector retire del mercado una parte de la producción. "Los agricultores no podían soportar más", dijo Aguilar.

La medida -de momento, un anuncio- tiene que ser ratificada por los estados miembro de la Unión Europea. Hasta tanto, se tiene que establecer la letra pequeña de la medida, que se tendrá que expresar en un reglamento que hable de presupuestos, tipos de aceite y calidades. La ministra pidió que se deje trabajar con tranquilidad a los órganos comunitarios que tienen que cerrar la medida anunciada ayer. Todo ese trabajo podría estar finalizado dentro de dos semanas.

Aguilar aseguró que el Gobierno está trabajando junto a otros países "que comparten una misma mirada" -como Francia, Austria o Portugal- para que en el futuro la Política Agraria Comunitaria (PAC) contemple una extensión de norma que permita que el propio sector pueda activar sus propios mecanismo de almacenamiento con el objetivo de garantizar los precios. La ministra y exalcaldesa de Córdoba es optimista con una medida de estas características que permitiría contar con una regulación constante de precios de cara a contar con un mínimo garantizado tanto en precios como en renta de los agricultores.

Aguilar advirtió ayer que el almacenamiento privado es una medida paliativa, de respuesta ante una situación excepcional de los mercados. Por el contrario, manifestó que la apuesta del Ministerio pasa por ahondar en los mecanismos de venta al exterior. La responsable del Ejecutivo en materia agrícola aseguró que las estadísticas muestran cifras récord en mercados exteriores, en las que el Gobierno ha puesto i iniciativas concretas centradas en mercados como China, India, Australia o Estados Unidos. Además, aseguró que una segunda parte de las estrategias del aceite de oliva se están centrando en garantizar la excelencia, la calidad y la buena imagen del producto que se pone en los mercados. "Que nadie nos pueda poner un pero".

La ministra, en declaraciones a El Día, aseguró que el objetivo debe ser que "no veamos al aceite de oliva como producto reclamo en ningún lugar, porque eso hace mucho daño al conjunto del sector". Los productos reclamo son los artículos que los comercios -particularmente, las grandes cadenas- ponen a precios muy baratos para que sirvan de atractivo al consumidor.