Puerto del Calatraveño

Pozoblanco, el circo y el pronunciamiento

  • Tras el registro de la moción de censura, resulta que Pozoblanco tendrá hasta tres alcaldes durante el presente mandato; Baldomero García (PP), su primo Pablo Carrillo (PSOE) y Benito García (CDeI)

Los políticos de Pozoblanco no paran de sorprendernos y hasta de sorprenderse, diría yo. Casi todo el mundo daba por hecho que este mandato municipal que acaba de comenzar iba a ser tenso y duro para el alcalde, Baldomero García (PP), y para el equipo de gobierno que conforma con el PA, que ha asumido las riendas con una mayoría muy precaria, ya que ambas formaciones sólo suman siete de los 17 concejales del Pleno, muy lejos de los nueve necesarios para gozar de la mayoría absoluta. Hasta el 11 de junio, fecha en la que era de obligado cumplimiento la elección de alcalde por la nueva Corporación, las conversaciones entre los partidos pozoalbenses, sobre todo los tres con más concejales -PP con cinco, CDeI con otros cinco y PSOE con cuatro-, han sido intensas e incluso algo grotescas en algunos momentos, por lo que la falta de voluntad de los tres candidatos para llegar a un acuerdo dejaba el camino expedito a la reedición del pacto de gobierno en minoría de populares y andalucistas.

Teniendo en cuenta el volumen de exabruptos de unos y otros, a ningún analista se le escapaba que en el plazo de un año, quizá un poco más adelante, podría plantearse alguna situación de cambio de gobierno, pero lo que ni por asomo nadie esperaba es que en menos de 40 días, los socialistas y los ex socialistas del CDeI registrarían una moción de censura para tomar ya las riendas del Ayuntamiento. ¿Es legal? Sí. ¿Se conforma un gobierno más estable, al menos desde el punto de vista de la aritmética, que el actual de PP y PA? Pues también. Aquí lo inexplicable es que los firmantes de la moción -CDeI y PSOE- hayan elegido este momento en lugar de hacerlo antes, creando ellos dos solitos (Benito García y Pablo Carillo) una situación ridícula y que no deja en la mejor de las posiciones la ya de por sí devaluada imagen de los políticos de Pozoblanco.

Para empezar, resulta que la localidad pozoalbense tendrá en este mandato tres alcaldes: Baldomero García (PP) hasta el 29 de julio, Pablo Carrillo (PSOE) -candidato de la tercera fuerza política de la ciudad, que nadie lo olvide- durante dos años y Benito García (CDeI) otros dos ejercicios, una situación poco habitual en un ayuntamiento.

Tampoco es una cuestión baladí que uno de los firmantes del acuerdo, Benito García, ya fue alcalde de Pozoblanco por el PSOE y fue expulsado por sus propios compañeros de partido en 2009 tras quedarse solo en el gobierno local. Es más, García incluso dio su voto a Baldomero García en su primera investidura en el verano de 2009 y luego formó un nuevo partido, Ciudadanos Demócratas e Independientes (CDeI), ganador moral de las elecciones del 22 de mayo al lograr de un tacada cinco concejales, igualando al PP y dejando al PSOE con el peor resultado de su historia en esta localidad. Pero como la política lo supera todo, CDeI y PSOE parece que han olvidado todo eso y sellan un pacto en el que se reparten la Alcaldía durante dos años.

Si analizamos lo sucedido, no es de extrañar que haya quien califique de circo todo esto. Lo dijo el andalucista Emiliano Pozuelo a la hora de valorar la moción de censura, si bien olvidó recordar que todos los partidos, incluido el suyo y unos en mayor medida que otros, han participado del espectáculo circense en el que se ha convertido por momentos la actividad política en Pozoblanco en los últimos años.

Más dolido se muestra el todavía alcalde, Baldomero García, quien además es primo del socialista Pablo Carrillo y al que acusó sin tapujos de haber puesto en práctica el viejo refrán de que "cuanto más primo, más me arrimo". Y es que el regidor popular lamenta que el dirigente socialista se haya aprovechado de los lazos familiares para, por un lado, negociar con el CDeI y, de otra parte, decir al PP que el PSOE realizaría una oposición constructiva. Todo muy de telenovela, con perdón.

Para completar el desaguisado, la moción de censura se registra un 18 de julio de 2011, el mismo día en el que se cumplen 75 años de la sublevación e intento de golpe de estado que desembocó en la Guerra Civil. Fue el propio Benito García el que sacó a colación la efeméride en su rueda de prensa del pasado lunes para dejar claro que su alianza con el PSOE "no es un alzamiento, sino un pronunciamiento democrático". Circo, pronunciamiento o folletín de sobremesa, lo cierto es que, vistos los precedentes, cuesta trabajo creer que el sosiego regresará algún día a la política de Pozoblanco. Como diría el gran Saza, ¡no ha quien aguante este sin Dios!

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