Desde la ribera

Luis J. Pérez-Bustamante

El folletín barato de Pozoblanco

NO hay peor cuña que la de la propia madera. Esto es lo que deben pensar en el PSOE a la vista de la que tienen liada en Pozoblanco. Y es que Benito García de Torres, ese hombre que aterrizó hace unos años en la localidad vallesana de la mano del sempiterno alcalde y actual delegado de Empleo, Antonio Fernández, ha salido rana y está decidido a hacerse fuerte en su puesto le arree quien le arree. Traducido: de aquí no salgo yo ni con los pies por delante porque "ni he metido la mano en la caja ni he prevaricado". Visto así, la verdad es que se hace difícil entender por qué debe irse un alcalde democráticamente elegido.

Y es que este folletín con sede en la capital pedrocheña es de difícil digestión. El argumento básico es que seis concejales se plantan delante de su alcalde hartos de sus formas chulescas y piden al partido que les apoye para ponerlo en la calle. El PSOE, en carne de su secretario provincial y su secretario de Organización regional, Juan Pablo Durán y Rafael Velasco, intenta convencer al regidor, fracasa y ahí se lía todo. Benito García opta por romper la baraja, se cansa de sus ediles -algunos de los cuales aceptó en su momento por hacerle un favor al partido- los desposee de competencias y decide que en adelante será el alcalde con más funciones desde que se inventó aquella cosa de las urnas. Y se monta el Belén, los socialistas amenazan con expulsarlo, los populares lo cortejan para gobernar el Ayuntamiento, IU se va para un lado, el PA para otro y los pozoalbenses ven que en su pueblo no manda nadie ni pinta que tiene de que lo vaya a hacer. Corrijo, alguien lo hará que si hay algo que logra convertir en compañeros de cama a los amantes más extraños es la política.

Y aquí es donde estamos ahora. En un caos de órdagos a la grande en el que cada día vemos un reto mayor al adversario. En una pelea de gallos de pecho hinchado que garantiza unas semanas de desvarío, muchos titulares y pocas soluciones. En una situación en la que si hay algo que ha quedado claro es el fracaso de Durán y Velasco al intentar controlar la situación; la pésima actuación de unos concejales socialistas, sobre todo algunos, que llevan dos años haciéndole la cama a su alcalde; la ambición sin límites de una oposición popular que con tal de hacerse con el poder es capaz de romper el pacto antitransfuguismo y abrir al regidor sus brazos a cambio de su voto, y al propio alcalde en una situación inaceptable, manteniéndose contra viento y marea al margen del bien del pueblo y negándose a ver que algo habrá hecho para tener a tanta gente enfrente. De fondo está el pueblo, ése que dicen que es soberano y que ve cómo sus dirigentes luchan a muerte por un sillón. ¿O creen que lo hacen por Pozoblanco? Opinen ustedes.

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