Salvador Giménez

La provincia: válvula de escape

Septiembre se presenta ilusionante para todo aquel que guste de la fiesta de toros Carteles atractivos y rematados, con la inclusión de toreros que han sido la revelación de la temporada

CON el toreo desterrado de la arena de Los Califas, convertida ésta en escenario de ocio cinematográfico a la luz de la luna, la sufrida, vilipendiada, despreciada y maltratada afición cordobesa mira a la provincia, o incluso más allá de sus límites, para satisfacer sus deseos de disfrutar de un espectáculo que, le pese a quien le pese, es el segundo que más masas mueve en este país llamado todavía España.

Nada se sabe de la empresa taurina que regenta el coso sito en la vieja Huerta de la Marquesa. Bueno, sí, por los medios se conoce que andan por otras plazas organizando ferias y festejos con combinaciones atractivas tratando de atraer a un público al que miman al objeto de que finalmente pase por la taquilla. Más quisiera la afición califal que en Córdoba hubieran hecho al menos la mitad del esfuerzo que hacen por otras plazas. Aquí el escudo es que Córdoba es deficitaria y que la gente local no acude ni pasa por las ventanillas donde se expiden los boletos que dan derecho a acceder a la plaza.

Quedan en el recuerdo las novilladas nocturnas del pasado que al menos ocuparon el ocio de las generaciones que nos precedieron y que sirvieron para dar una ansiada oportunidad a todos los que quisieron probar fortuna en el arte de Cúchares.

Con la empresa desaparecida, pensando en otras plazas y en la forma de salir de Córdoba de la manera más elegante posible -así como con la Fundación Manolete extinta- el que los Califas tome vida durante el estío es una misión complicada, por no decir imposible. Sin lugar a dudas tenemos lo que nos merecemos. Metamos la mano en el pecho y hagamos acto de contrición, aunque luego seamos incapaces de hacer propósito de enmienda, pues si hubiésemos velado por lo nuestro difícilmente lo hubiésemos perdido. Lo peor es que con nuestra actitud conformista y de desidia podemos aún perder lo poco que nos queda, aún creo que no hemos acabado de tocar fondo pues el siguiente paso, ante la pérdida de festejos en la feria, podría ser que ninguna empresa apueste por Los Califas en un futuro, lo que conllevaría la desaparición de los toros en la ciudad.

Nos tendremos que conformar con la provincia. Septiembre se presenta ilusionante para todo aquel que guste de la fiesta de toros. Carteles atractivos y rematados, con la inclusión de toreros revelación de la temporada, se anuncian en nuestros pueblos. Y los que sí realmente amamos el toreo tendremos que acudir a sus cosos taurinos, sí o sí. Campo Bravo, que comanda Antonio Sanz, ha montado en la Subbética cordobesa tres carteles de interés para la fiesta. Sanz tendrá los defectos que quieran verle, como persona y como empresario los tiene pues nadie es perfecto, pero lo que no se le puede negar es una capacidad de trabajo y lucha por la tauromaquia encomiable y que de seguro le hará alcanzar cotas más altas a nivel empresarial.

Primero será Priego de Córdoba, donde están anunciados dos de los toreros revelación de la presente campaña, caso de López Simón y de Paco Ureña. El primero actuará el próximo día 4 de septiembre acompañado de Rivera Ordóñez (me resistiré a llamarlo Paquirri) y Manuel Díaz El Cordobés estoqueando toros de sangre Núñez con el hierro de Tapatana. Un día antes será Paco Ureña, quien con reses de Adolfo Martín y acompañado del triunfador del año pasado, Javier Castaño, y de Daniel Luque, partirán plaza en el centenario Coso de las Canteras.

Si las combinaciones de Priego de Córdoba tienen atractivo, no le queda a la zaga otra plaza centenaria como la de Cabra. En ella, y con motivo de la fiesta en honor de la Virgen de la Sierra, están anunciados Finito de Córdoba, Alejandro Talavante y otra de las sensaciones de la temporada, el peruano Roca Rey, quienes se enfrentarán a una corrida con el hierro de Benjumea, que hoy se anuncia como Núñez de Tarifa.

Si la comarca de la Subbética será referente los primeros días de septiembre, el Valle de los Pedroches cerrará el mes con la tradicional Feria de Pozoblanco. Organizada por la empresa Caído y Soledad, con Antonio Tejero al frente, el coso de Los Llanos será escenario de una Feria con interés para los aficionados. En ella están anunciados Enrique Ponce, quien muestra su categoría tarde tras tarde, un David Mora triunfador de Madrid y al que el sistema maltrata sin razón aparente, y un López Simón que completa una combinación redonda. Un día más tarde Ventura, Lea Vicens y Andrés Romero se anuncian en el tradicional festejo de rejones.

Dos empresas cordobesas que luchan por la fiesta y tratan, con mucho trabajo, su puesta en valor. ¿Serán las llamadas algún día para revitalizar Los Califas?

El tiempo lo dirá.

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