A pesar de ser una de las civilizaciones más importantes del Meditarráneo en la antigüedad, la cultura ibérica es aún una gran desconocida para los ciudadanos. Hasta finales del siglo XIX los estudiosos se centraron en explorar la cultura romana a partir de los restos arqueológicos que los latinos dejaron en España, mientras que los íberos pasaron desapercibidos a pesar de haber dado el nombre a la Península Ibérica por ser el primer pueblo que presentó una cierta homogeneidad a partir de la existencia de una estructura social y económica común que se desarrolló en la costa mediterránea del sur de Francia y España.

El descubrimiento de la Gran Dama Oferente del Cerro de los Santos (Albacete) y de la Dama de Elche en 1897 supuso el despertar del interés por esta cultura milenaria que se desarrolló entre los siglos VI y I a. C. Ahora, la Obra Social La Caixa ha reunido en una exposición didáctica itinerante los aspectos más importantes de este pueblo en Íberos: nuestra civilización antes de Roma a través de una serie de objetos y paneles informativos que acercan al visitante hasta su vida cotidiana y organización social.

La carpa de la Obra Social la Caixa, instalada en el Paseo de la Victoria, exhibe reproducciones científicas de obras de arte, maquetas, proyecciones audiovisuales, fotografías y grabados con el objetivo de mostrar las relaciones de esta cultura con fenicios y griegos (que influyeron de forma determinante en la formación de este pueblo), su contexto histórico, la vida cotidiana, la organización militar y las formas de gobierno, la escritura y el comercio, el urbanismo y la arquitectura, y la religión y el mundo funerario.

La exposición, que está comisariada por el arqueólogo Lluís Batista, se articula en torno a seis ejes que abarcan todos los ámbitos de la cultura ibérica. Esta civilización se asentó en parte de Cataluña y de Aragón, Valencia, Murcia y amplias zonas de Andalucía. En Córdoba quedan varios yacimientos arqueológicos, como el de Torreparedones, en Baena, y el del Cerro de la Cruz, en Almedinilla.

Los íberos planificaron núcleos urbanos dotados de grandes fortificaciones, crearon un arte propio que se desarrolló a lo largo de cinco siglos, compartieron una misma lengua con su correspondiente escritura y una economía monetizada que permitió explotar riquezas agrícolas, ganaderas y mineras del país. Gracias a estos avances fueron admirados por las grandes potencias mediterráneas de la época.

El principal atractivo de Íberos: nuestra civilización antes de Roma son las diversas escenografías que ambientan escenas de la vida cotidiana en un poblado ibérico y por las que transcurre la visita. En ellas se exhiben utensilios de agricultura, ganadería e industria textil, una reproducción de un molino rotatorio, ánforas de boca plana para la conservación y el transporte de aceite, vino y cereales; un telar de bastidor y maquetas de poblados.

En este contexto causa un gran impacto visual un montaje que muestra la tumba en la que se encontró a la Dama de Baza (Granada) y las reproducciones a escala real de la Dama de Elche (Alicante) y la Bicha de Balazote (Albacete). Además, también resalta la reproducción a tamaño real de una vivienda ibérica, una casa de planta rectangular, construida con adobes y cubierta con techo plano. La muestra podrá visitarse hasta el 30 de abril con entrada gratuita en horario de martes a viernes de 12:30 a 14:00 y de 18:00 a 21:00. Fines de semana de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00.