Cultura

Un retrato de la Andalucía del XIX

  • El Palacio de Viana acoge una exposición de unas 200 instantáneas realizadas por el fotógrafo granadino Rafael Señán que muestran a la sociedad del momento y captan los cambios urbanísticos

Era otra época. Otro estilo de vida, otras aspiraciones, otras vestimentas... En definitiva, otros tiempos. Hombres con sombreros y boinas, mujeres con largos vestidos que rozaban sus tobillos, carreteras pavimentadas con adoquines o, simplemente, cubiertas de tierra -el alquitrán aún no había llenado de negro las ciudades-, carruajes y botijos; son imágenes que retratan la Andalucía de finales del siglo XIX y principios del XX y que el fotógrafo granadino Rafael Señán capturó con su cámara en este periodo de entre siglos.

Ahora el Palacio de Viana reúne en una muestra, titulada Postales andaluzas. Rafael Señán y la fotografía turística, unas 200 instantáneas procedentes del Archivo Histórico Fotográfico de Cajasur y que exhibe en dos de sus salas con la intención de mostrar los aspectos de la vida y el urbanismo de la época a través de imágenes tomadas en Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga, Ronda, Sevilla y la ciudad norteafricana de Tánger. Otro de los objetivos de esta exposición es rescatar el trabajo de Señán para homenajear "a uno de los más destacados fotógrafos andaluces del siglo XIX", según explicó ayer el comisario de la muestra, Antonio Jesús González, en la presentación, en la que también estuvieron presentes el director de la Fundación Cajasur, Rafael Rich; y la responsable del Archivo Histórico Fotográfico de Cajasur, Eva Delgado. La muestra se compone de fotografías de época, postales, cámaras y diversos objetos del estudio del autor cedidos por sus herederos.

El recorrido visual que propone el Palacio de Viana mantiene una premisa: ser fiel al trabajo de Rafael Señán y a su época. Por este motivo, el grueso de fotografías de la muestra está compuesto por imágenes del archivo de negativos originales de Señán pertenecientes al Archivo Histórico Fotográfico de Cajasur.

La mayor parte de las imágenes que exhibe Viana tienen como temática la fotografía turística, con detalles, planos generales y vistas. Estas instantáneas se utilizaban en postales y publicaciones artísticas, por este motivo se ha conservado un mayor número de ellas. Sin embargo hay otra sección en la que destacó Rafael Señán, los retratos de estudio y exterior. El autor vendía estos negativos a los protagonistas y a coleccionistas o incluso eran reutilizados por otros clientes. De ahí su escasez en el fondo documental del autor.

De esta forma, uno de los aspectos protagonistas en la carrera de Rafael Señán es la fotografía turística, que se expresa a través de las reproducciones de monumentos y de piezas artísticas. Esto hace que Señán sea conocido principalmente por su faceta de postalista. Llegó a editar durante su carrera cientos de postales diferentes de Andalucía con sus instantáneas más conocidas que hoy en día aún gozan de gran difusión.

En esta época la fotografía profesional se encontraba en crisis, ya que las nuevas técnicas y materiales facilitan el uso a los aficionados, por lo que la clientela de los retratistas desciende considerablemente. Ante esta perspectiva, Señán ve un escape con la creación de un nuevo modelo de negocio fotográfico. Junto a la Alhambra instala un estudio que bautiza con el nombre de La gran mezquita de Boabdil, donde ofrece al turista copias fotográficas de todos los tamaños de los principales monumentos andaluces, postales, materiales sensibles y el original del retrato árabe: una fotografía en la que el cliente posa disfrazado al estilo árabe en el patio del estudio de Señán, que imita la decoración nazarí.

A comienzos del siglo XX, en el año 1900, el fotógrafo granadino se instala en Córdoba, en la plaza del Triunfo, donde abre una galería que tras su muerte, en 1911, queda al cargo de su esposa y su hija, que se ven obligadas a cerrar el negocio a comienzos de la Guerra Civil, conflicto que liquida el turismo en España.

La calidad de los trabajos de Señán se vio premiada con numerosos reconocimientos: premio de la exposición de El Cairo de 1895 en conmemoración de la construcción del Canal de Suez, el diploma de honor en la exposición de Granada de 1905, la medalla al mérito de la Sociedad Científica Europea, el primer premio de la exposición de Santander de 1906 en la sección de monumentos por su trabajo Granada-Sevilla-Córdoba o la concesión del título de fotógrafo de cámara de Alfonso XIII en 1904, honor que le permitía incluir el escudo de la Casa Real en los cartones de sus retratos.

recorrido andaluz

La muestra incluye 49 imágenes realizadas en Córdoba que plasman la Mezquita-Catedral, tanto en su interior como exterior; el río Guadalquivir con el Puente Romano, el Triunfo de San Rafael y los molinos; clásicas vistas de la ciudad como la torre de la Calahorra, la Puerta del Puente, el Triunfo de San Rafael, el hospital de San Jacinto y la Casa de Expósitos (actual Palacio de Congresos). Por otro lado, también aparecen calles de la Judería, la Sinagoga, la plaza y la Posada del Potro, el patio del Museo de Bellas Artes y Museo Julio Romero de Torres, los patios del Palacio de Viana, la avenida del Gran Capitán, la iglesia de San Lorenzo, la plaza de la Corredera, la Torre de la Malmuerta y el palacio de los Peláez (actualmente Museo Arqueológico).

Además, la colección de postales editada por Señán descubre otras instantáneas de las que no se conservan sus placas, como es el caso del yacimiento de Medina Azahara, el monasterio de los Jerónimos, el Alcázar de los Reyes Cristianos, las murallas del río, la iglesia de San Nicolás o el Cristo de los Faroles, entre otras.

Mientras que hay un escaso número de fotografías dedicadas a Cádiz, la ciudad de Granada acapara el protagonista de la obra de Señán, y sobre todo, la Alhambra. El autor también retrata otros monumentos como la Catedral, la Capilla Real, el Palacio de Carlos V, el monasterio de la Cartuja, la iglesia de los Jerónimos, la carrera del Darro, casas del Albaicín y el Sacromonte, la Casa de los Tiros o el monumento a Colón, entre otros escenarios.

Por su parte, Málaga capital sólo aparece en una instantánea, mientras que Señán retrata Ronda en varias ocasiones. El fotógrafo granadino presta más atención a la capital andaluza, Sevilla, principalmente a los Reales Alcázares. También aparecen la Catedral, la Alameda de Hércules, la Torre del Oro, la Real Fábrica de Tabacos, el palacio de San Telmo, la plaza de San Francisco y diversas vistas del Guadalquivir. Tánger también ocupa un lugar en la obra del artista, embriagado por la faceta exótica de este enclave africano, aunque el número de obras dedicadas a este lugar no es muy significativo.

Para finalizar, la serie más original y variada -aunque también la menos numerosa- está dedicada al retrato. En ellos aparecen asociaciones, peñas o grupos de amigos, retratos moriscos -realizados en los patios de la Alhambra y en La gran mezquita de Boabdil- y retratos en los que muestra las tipologías de los estereotipos andaluces, gitanos, toreros y bellas jóvenes que se dejan captar por su cámara.

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