Ya nadie lo recuerda, pero a principios de siglo un joven llamado Juan Gómez Martínez murió en la plaza de toros de Pozoblanco haciendo la suerte de Don Tancredo, que consiste en que el autor del lance se planta en el centro del ruedo sobre un pedestal y allí espera impasible, sin mover un músculo, la salida del toro. La mayoría de las veces el animal no hace por el tancredo, pero si se da cuenta de algún movimiento embiste, y el protagonista de la suerte corre graves riesgos. Y como si de dos tancredos se tratara, los responsables del Ayuntamiento y de la empresa Taurotoro, que gestiona el coso, siguen impasibles con respecto a lo que pasará este año tan importante –se cumplen 25 años de la muerte de Paquirri en esta plaza– con la gestión del coso. Ninguno de los dos ha movido ficha. Esperan que alguien abra el chiquero desde su pedestal de tancredos.

La empresa dijo primero que se iba. Lo apuntó Marcos Sánchez Mejías, hombre de confianza de González de Caldas. Luego vino don José María y dijo que de irse de Pozoblanco nada, que estaban intentando reconducir al Ayuntamiento a una situación más favorable. Es decir, a reducir los festejos de la Feria de las Mercedes. Aún más, porque ya en 2008 le quitaron una corrida a la feria con la excusa de que llegarían las primeras figuras. Y de eso nada, sólo una de las corridas tuvo tirón, la otra estaba montada con diestros muy respetables, del gusto del aficionado, pero sin fuerza en una taquilla de feria. De Caldas justificó su opinión en que pierden dinero en Pozoblanco. Sus cuentas tendrán, pero lo cierto es que, de momento, siguen haciendo el tancredo, y ni han rescindido el contrato unilateralmente, ni han llamado al Ayuntamiento para decir que se van. Al menos hasta ayer, según confirmó el concejal de Festejos, Taurotoro seguía haciendo el tancredo, muy serio, en el centro del ruedo.

Pero es que el Ayuntamiento también está practicando la popular suerte, porque tampoco se mueve. Tiene novias para la plaza, según ha podido confirmar este diario de distintos empresarios, pero nada. El Consistorio sigue a la espera con la excusa de que no les ha llegado ninguna notificación de la empresa, aunque sí deben conocer las declaraciones que desde Taurotoro se han hecho en la prensa. Y el tiempo pasa, y la feria se acerca, y los contactos siguen siendo nulos. Los tancredos están aislados en su pedestal.

El pleno del lunes abordó el asunto, pero nada se pudo sacar en claro, según señaló a El Día el alcalde, Benito García, quien, dentro del tancredismo, ha hecho el primer ademán y afirma que está dispuesto a hablar con la empresa de urgencia para ver qué pasa. El tiempo corre en contra de los dos tancredos, porque mientras más aguanten, más dura puede ser la cornada y peor la feria del 25 aniversario.