Cultura

Cosmopoética se suma al homenaje a Platero con un recital de guitarra y voz

  • Javier Riba y Francisco García Torrado protagonizan el próximo miércoles en el Alcázar un concierto que incluye una selección de 11 piezas de la obra de Castelnuovo-Tedesco sobre el libro

Pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera que se diría todo de algodón. Y por ahí todo seguido. El burro más famoso de la literatura española, con permiso de Rucio, protagonizará una de las actividades musicales de Cosmopoética, en el Salón de Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos el próximo miércoles (20:00), con entrada libre. El festival literario, cuya undécima edición arranca el lunes, se suma al centenario de la publicación de la obra de Juan Ramón Jiménez con un recital en el que el guitarrista Javier Riba y el actor Francisco García Torrado interpretarán una selección del Platero y yo del compositor italiano Mario Castelnuovo-Tedesco.

Incluido en el ciclo Poesía en red, del que forma parte también el espectáculo inaugural de Cosmopoética, protagonizado por el pianista Antonio López Serrano y el tenor Juan Luque y dedicado a la Generación del 27, el concierto del Alcázar se completa con una selección de piezas musicales de distintos autores inspiradas en los versos del poeta de Moguer, interpretadas por Riba: Paseo de Eduardo Sáinz de la Maza, Elegia di marzo de Angelo Gilardino, Evocación nº 3 de Antón García Abril y Elegía a Platero de Miguel Asins Arbó. Sáinz de la Maza evoca en esta quinta pieza de su suite para guitarra Platero y yo el capítulo 57 de la obra; Gilardino intenta expresar la capacidad de Jiménez para dar un valor total, de resonancia cósmica, a la palabra más sencilla, más humilde; García Abril se basa en el verso "canta, pájaro lejano", de las Baladas de primavera; y Asins Arbó dedica una composición al universal burrito que formó parte de la banda sonora de la película Platero y yo (1966), dirigida por Alfredo Castellón.

El Platero y yo de Castelnuovo-Tedesco, explican Riba y García Torrado, presenta una notable dificultad para los intérpretes por el ajuste absoluto que el compositor exige entre la voz y la música. Ésta no es, en palabras del guitarrista, "un simple fondo" para el texto, sino que establece el ritmo para el recitado. "La música interactúa con el texto" y requiere un ejercicio máximo de "sincronización". Es "una música bellísima" y "tiene entidad por sí misma", por lo que incluso algunos guitarristas la han tocado "desprovista del texto". Riba destaca que el italiano, nacido en Florencia en 1895, fue "uno de los grandes compositores neoclásicos del siglo XIX, que hizo carrera en Hollywood con bandas sonoras para películas". Allí murió, en 1968.

Riba y García Torrado han seleccionado 11 de las 28 piezas de la obra: Platero, El loco, Ángelus, Retorno, La primavera, Amistad, El pozo, La luna, La muerte, Melancolía y A Platero en el cielo de Moguer. El actor subraya la dificultad que implica "entrar en el ritmo de la guitarra" en una obra que no deja campo abierto a la voz para el despliegue de connotaciones rítmicas propias. La guitarra "ilustra el estado de ánimo del poeta", en conexión con el espíritu de un libro que "es un calendario anímico". "Una obra maestra", añade el intérprete, "muy valorada fuera de España y en la que cada pasaje es una joya de una belleza poética tremenda". La intención de García Torrado y Riba con este recital es "crear un clima íntimo de comunicación con el público a través de la música y la interpretación".

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