Cultura

El IMAE inicia el curso lírico con una versión "esencial" de 'Los gavilanes'

  • La zarzuela de Jacinto Guerrero, un gran éxito en su época, llega al Gran Teatro de la mano de la compañía Ópera Cómica de Madrid Habrá dos funciones, mañana y el sábado

Estrenado en 1923, Los gavilanes es uno de los títulos que consolidaron la fama de Jacinto Guerrero, que ya había obtenido grandes éxitos con La alsaciana y La montería y que posteriormente crearía El huésped del sevillano y La rosa del azafrán. Una zarzuela con libreto de José Ramos Martín que, producida por la compañía Ópera Cómica de Madrid, abre la temporada lírica del Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) con dos representaciones en el Gran Teatro, mañana y el sábado a partir de las 21:00. Se trata de una versión "esencial" que va al núcleo de la obra original y prescinde de los añadidos posteriores, según su director de escena, Francisco Matilla.

Y es que las distintas versiones que se sucedieron con el paso de los años intentaron atenuar un poco el componente dramático de la obra, que es como "una tragedia griega trasladada al siglo XIX", con frases, chistes y elementos cómicos que trivializaban algunas escenas y "distraían de la acción principal". El trabajo de Matilla ha consistido en una poda de lo que no atendiera "a la esencia de la obra" para "centrarlo todo en la tragedia", que en esta producción se plantea a través de "una expresión estética muy sencilla" que requiere "un esfuerzo grande de los intérpretes, sin apoyo casi de objetos". El objetivo ha sido "resaltar las virtudes argumentales".

César San Martín, Carolina Moncada, Alejandro González, Irene Palazón y Gerardo Bullón encabezan el reparto de Los gavilanes, que cuenta con dirección musical de Luis Remartínez, al frente de la Orquesta de Córdoba, y la participación del Coro Ziryab, dirigido por Javier Sáenz-López. Un coro "observador del drama", explica Matilla, "que comenta lo que pasa a la manera de un coro griego, sin intervenir directamente" en la acción. El vestuario, "realista", es de Mariana Mara.

El protagonista de la historia es Juan, indiano que regresa a su pueblo y que se enamora de Rosaura, la hija de Adriana, que fue el amor de su juventud. Intenta conquistarla y le propone matrimonio. Rosaura, no obstante, tiene un enamorado, Gustavo. Y a Adriana no le gustan las intenciones de Juan. El follón está servido. La obra retrata "la España conflictiva" de su época, explicó Remartínez, que considera que se trata de una zarzuela que "tiene algo que engancha" gracias al talento de Guerrero para colocar cada elemento de tal manera que el conjunto funcionase. El compositor nacido en Ajofrín era un gran trabajador con una intuición especial para conectar con el público. Se dice incluso que utilizaba a los músicos callejeros para difundir sus melodías antes del estreno de sus obras, de tal manera que al público le resultaran reconocibles. De Los gavilanes se ha criticado su música por "vulgar" y por sus "orquestaciones facilonas", pero contiene, matiza Remartínez, elementos de gran interés que han sido injustamente infravalorados o poco señalados.

Con un drama atemporal y una partitura en la que no existen fragmentos reconocibles de carácter regionalista o nacionalista, tan abundantes en otras obras de la época, Los gavilanes celebró su estreno en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y conoció un gran éxito. Algunas de sus grabaciones discográficas han tenido como directores musicales al propio Guerrero, Argenta, Frühbeck de Burgos y García Asensio.

Aún quedan entradas para las dos funciones. Los precios, de 18 a 40 euros.

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