Pocas veces como ayer se ha visualizado de una forma tan clara una falta de consenso en el jurado del premio Ricardo Molina, evidenciada, tras la larga deliberación, en el indisimulado gesto de contrariedad de su presidente, Pablo García Baena. Ganó Rubén Tejerina López, sevillano de 34 años, que además de poeta es articulista, guionista de televisión y de cortometrajes, letrista y autor de monólogos de humor y de cuentos para niños. La obra, Animal absoluto, será publicada por Hiperión. Además, Tejerina recibirá 12.000 euros.

"Había libros de una perfección clásica verdaderamente asombrosa", señaló García Baena, sin esconder su desencanto por la decisión del jurado de esta 21ª edición del certamen, del que también formaron parte Antonio Garrido, Jesús Munárriz, Ana Rossetti y Elsa López, con Rafaela Valenzuela como secretaria con voz pero sin voto. Animal absoluto se elevó sobre las otras 198 obras presentadas, 27 de ellas de fuera de España (Argentina, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Italia...) y 13 de Córdoba, según indicó el teniente de alcalde delegado de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón. El año pasado, el premio fue para el extremeño Basilio Sánchez por Cristalizaciones.

Un fallo "bastante discutido", según García Baena, al que se llegó tras un debate en el que afloraron "dos tendencias": la defensa de "la calidad literaria en términos clásicos" frente a "la modernidad" y "el argot del habla de hoy". No obstante, el poeta aclaró que esto no quiere decir que el libro ganador "no tenga calidad". "Es un libro correcto en el sentido del lenguaje", añadió. Una obra que apuesta por "el avance en el lenguaje y la acción de los mismos poemas", elementos que indican que el autor es "relativamente joven".

A continuación, y en respuesta a García Baena, tomó la palabra Elsa López para leer uno de los poemas, magnífico a su juicio y que demuestra la "calidad" y la "modernidad" del autor. "No hay nada más que añadir", apuntó. Munárriz subrayó los "hallazgos verbales y los versos brillantísimos" de Animal absoluto, Garrido afirmó que el autor "tiende a la brevedad impactante y la imagen sorprendente" (e intenta ser "intenso en lo sintético" con un "registro de uso medio coloquial muy consciente y muy eficaz") y Rossetti aportó la valoración de que "la concisión es importante en poesía".

Más allá de las intervenciones ante los medios, en el acta el jurado señala que el poemario destaca por "sus muchos aciertos y brillantes metáforas, en las que asoman influencias surrealistas. Conforme avanza, va ganando y ampliando horizontes, hasta finalizar en prosas densas, de gran fuerza y originalidad. Aunque no sigue pautas tradicionales, sus versos tienen buen ritmo y musicalidad".

El comité lector seleccionó 28 trabajos, a los que se añadió uno a propuesta de García Baena. Seis de ellos accedieron a la final.

Tejerina ha pasado la mayor parte de su vida en Ibiza, aunque en la actualidad vive en Madrid, donde realiza estudios de Historia del Arte. Cursó estudios de cine en la escuela de San Antonio de los Baños (Cuba). Ha escrito guiones para los programas de televisión Autoindefinits, Socarrats y La que se avecina. En 2011 ganó el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas con Sed de sal. Su poemario anterior, El estómago del tiburón, fue premiado con el Villa de Martorell.

El sevillano se suma a un palmarés en el que figuran, entre otros, Luis Muñoz, María Rosal, Juvenal Soto, Joaquín Benito de Lucas, José Fernández de la Sota e Inmaculada Montalbán.