Cultura

Un icono gitano del flamenco cordobés

'Peleando... y punto'. Cante: Manuel Moreno Maya 'El Pele'. Toque: Manuel Silveria, Antonio de Patrocinio y David Caro. Cante y palmas: Sara Denez y Cristina Pareja. Caja y percusión: José Moreno y El Güito. Artistas invitados: Rafael 'Keko', Esteban de las Flores, Arcángel, Macarena de la Torre y Manuel Molina. Fecha: sábado 22 de junio. Lugar: plaza de las Tendillas. Lleno.

El primer concierto de La Noche Blanca del Flamenco en las Tendillas se ha ido configurando con los años como el de mayor relevancia, según los programadores, de la larga velada. Y así, muchos de los asistentes comenzamos la turné acompañando a figuras de supuesto primerísimo caché en la más céntrica plaza cordobesa, para, a continuación, una vez finalizado el acto, ya en desbandada dispersarnos en busca de otros de los anunciados, en función del gusto particular de cada cual. Muchos son coincidentes a la misma hora y hay que relegar, por más que se sienta, a un segundo término algunas citas que en todo caso se pueden aprovechar a modo de cata. Cuestión de puntos de vista.

Que este año el preludio oficial de la colosal noche del flamenco se reservase a Manuel Moreno Maya El Pele fue una feliz idea acogida entre tantos de los que tienen en su ranking particular a este cantaor cordobés del barrio de San Pedro como máxima estrella, pero que en anteriores ediciones, por su presencia en escenario y lugar a una hora coincidente y compartida con otros de los artistas punteros en diferentes estrados, perdió protagonismo. Así, una decisión aplaudida por la posibilidad que ofreció de llegar con el tiempo suficiente para hallar buen espacio donde acomodarse, que el artista en cuestión siempre lo merecerá. La expectativa se mantuvo todo el tiempo por el curso que fue tomando el desarrollo del espectáculo desde que apareciese el cabeza de cartel, para servir en bandeja lo que ya se aventuraba como todo un hito.

Naturalmente aquí no vamos a descubrir quién es El Pele, pero sí intentaremos que dejen de pensar en aquel adolescente cantaor que todo cordobés dice haber conocido, y encasillado, pero que muy pocos verdaderamente han tratado aunque lo hayan escuchado. Para, en muchos casos, con sólo referencias adulteradas con tonos despectivos y racistas respecto a su comportamiento humano, siempre queriendo presumir de conocimientos hueros, negarle el pan y la sal. De manera que ahora, a propósito de su reincorporación a su vida artística en Córdoba después de una racha de delicada salud, ya superada, ante el inmenso público que lo esperaba la noche del sábado, sólo daremos fe de este versátil cantaor tal como nos lo reencontramos en el montaje artístico Peleando… y punto.

Comenzando por las diapositivas de tantos compañeros suyos de farándula que lo homenajeaban. Y con la constatación de que continúa fiel a su estilo, de pie, con el siempre reconocido brindis a Caracol, que ampliaría más tarde, siempre con gusto y personal capacidad melismática, como en la escala tonal, poniendo todo el jondo de su sentir flamenco en soleá por bulería, por abandolaos, bulerías para que bailase El Keko. Por alegrías, junto con Cristina Pareja en tangos, y también haciendo gala con su genio, en una recreación por zambra con Esteban de las Flores cantando y tocando, y traducido a la flamenquería con cuño Pele, y todo el delirio que se le apeteció, que fue mucho sobre las tablas, junto a Arcángel y Macarena de la Torre por Huelva, dejando el momento cumbre para sacar a Manuel Molina y con él impregnar el resto de la noche de poesía de alto voltaje.

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