Después de que el proyecto de las ediciones tematizadas por géneros asumiera su corto alcance (hubo sólo dos, sobre la novela negra y la histórica) y de una entrega no muy exigente el pasado año, la Feria del Libro de Córdoba llega a su 40º aniversario con el objetivo de remontar en diversos sentidos: en calidad de programación, en capacidad para captar el interés de los ciudadanos y en ventas. El acontecimiento abraza este año el lema Leer en el siglo XXI para reivindicar que los avances tecnológicos y sociales no están reñidos con la pervivencia de una de las más fascinantes aventuras a que puede enfrentarse el ser humano: la lectura. El novelista José María Merino, cuyo último título es El río del Edén, y la catedrática de Filosofía Victoria Camps, ganadora del Premio Nacional de Ensayo en 2012 por El gobierno de las emociones, serán dos de los participantes en un encuentro que se celebrará en el bulevar del Gran Capitán y el salón de actos de Cajasur del 20 al 28 de abril.

Y que presenta algunas novedades en términos de estructura organizativa, en la que el Ayuntamiento adquiere un mayor peso por la retirada de apoyos de la Junta de Andalucía. En la presentación de los proyectos de su área para 2013, el pasado diciembre, el concejal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, ya advirtió de que la Feria iba hacia "otro modelo" por "el decrecimiento que se ha producido en los últimos años en la aportación de la Junta", que ha continuado y cuyo papel queda en el de suministradora de autores. El pasado año, uno de los factores que contribuyeron a empobrecer la Feria fue la retirada de la carpa infantil, que era aportada por la Consejería de Cultura y ejercía un notable papel dinamizador. En realidad, el objetivo del Ayuntamiento es crear un órgano gestor (que incorpore a instituciones, librerías, editoriales...) que trabaje a lo largo del año en la organización de la Feria y otorgue mayor solidez a la cita literaria más veterana de la ciudad. El refuerzo de la Feria es un empeño que Moreno Calderón ha repetido en varias ocasiones, y de hecho el año pasado ya se tomó alguna medida significativa como el traslado del festival Cosmopoética al otoño, con objeto de evitar la competencia entre los dos acontecimientos y darle más presencia y recorrido al encuentro del bulevar.

Con un número de casetas y un diseño de programación similares a los de la pasada edición, la Feria sí ha hecho un esfuerzo, según fuentes consultadas, por confeccionar una relación de invitados más atractiva, que se conocerá al completo después de Semana Santa. Presentaciones, firmas y encuentros con autores serán la base de un calendario de actividades que arrancará con el tradicional pregón. La Feria cuenta este año con una comisión organizadora integrada por 12 personas procedentes de tres ámbitos: Ayuntamiento, Junta y Aplico, la Asociación de Papelerías y Librerías de Córdoba.

La Feria del Libro cerró su edición de 2012 con un descenso de ventas del 20% respecto a las cifras del año anterior. La lluvia que cayó en los dos últimos días (los tradicionalmente más potentes desde el punto de vista comercial) fue señalada por el presidente de Aplico, Mariano Pérez de la Concha, como el factor determinante de esta disminución, que no obstante no impidió que calificara de "bueno" el balance de un encuentro que contó con 40 casetas y una programación de 75 actividades. Hubo alrededor de 60.000 euros en ventas, cuando la previsión de los libreros era pasar de los 80.000. En 2011 se registró un incremento del 11% respecto a 2010.

Juana Castro, que ofreció la lectura inaugural, Javier Gomá, Inma Chacón, Nuria Barrios, Reyes Calderón, Javier Vela, Santiago Posteguillo y Clara Sánchez fueron algunos de los protagonistas de la 39ª edición, titulada Córdoba , una geografía literaria y por la que pasaron, como es habitual, numerosos autores locales. La exposición José Moreno Villa. Un yo cercado de infinito fue una de las actividades programadas.