Cultura

Muere Ramón Medina Hidalgo, referente de la música cordobesa

  • El compositor y profesor, Medalla de Oro de la ciudad y fundador del Orfeón Cajasur, fallece a los 92 años · Recuperó numerosas composiciones de su padre.

La música tradicional cordobesa perdió ayer a uno de sus principales representantes y defensores, Ramón Medina Hidalgo, que falleció a los 92 años. Medalla de Oro de Córdoba, Medina dedicó su vida a la música, siguiendo el ejemplo de su padre, Ramón Medina Ortega (1891-1964, Hijo Adoptivo de la ciudad desde 1993), autor de algunas de las canciones cordobesas más populares y arraigadas.

Una de las tareas en que Medina Hidalgo puso más empeño fue, de hecho, la recuperación del legado musical de su padre. Rescató decenas de composiciones, muchas de ellas grabadas por diversos grupos de música popular. Inició sus estudios musicales en el Conservatorio de Música de Córdoba en el año 1931 y posteriormente los amplió en Madrid. A su regreso a su ciudad aprobó las oposiciones para profesor de piano en el Conservatorio, donde ejerció hasta su jubilación.

En 1988 puso en marcha el Orfeón Cajasur, creado por el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba para cultivar la música sacro-polifónica y divulgar la riqueza de la música popular cordobesa.

El Orfeón Cajasur se consolidó como una formación musical de referencia en la ciudad y realizó numerosas actuaciones. Durante más de una década, Medina fue su director.

El concejal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón (que, en su calidad de catedrático de piano, musicólogo y exdirector del Conservatorio Superior, tuvo un trato cercano con Medina), lamentó ayer la desaparición de un hombre que hizo de la música su modo de vida. "Como compositor, yo destacaría dos aspectos -indicó el edil-: su música religiosa y las canciones para voz y piano que hizo sobre poemas de Cántico". Como profesor, Moreno Calderón recuerda que "mucho tiempo después de jubilarse, su recuerdo seguía latente en los alumnos".

Otro grande de la música cordobesa que tuvo relación con Medina fue el pianista Rafael Orozco. "Uno de los mejores recuerdos que él tenía de Córdoba eran los ratos que pasaba con Ramón Medina en la fonoteca de la emisora EAJ-24", señala Moreno. Y es que "la cultura musical que tenía don Ramón ayudó a muchas personas a abrir sus horizontes musicales".

Al margen de su faceta musical, Medina Hidalgo destacaba "por su calidad humana". "Era un hombre bueno, generoso y entrañable, tenía una bondad natural y nunca hacía juicios de valor negativos sobre la gente", subraya el representante municipal.

Ramón Medina Hidalgo recibió en los últimos años diversos homenajes, uno de ellos en el Conservatorio Superior. Pero el más importante fue la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad, el 24 de octubre de 2010 en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Precisamente el compositor fue el primero de los galardonados aquel día (la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer y el comedor social de los Trinitarios, junto a los nombramientos como Hijos Adoptivos del pintor y escritor Ginés Liébana y el portero de fútbol José Manuel Reina) en recibir la distinción y el cariño del público, al que se ganó cuando empezó su discurso agradeciendo la medalla al "recuerdo inolvidable" de su padre, "para quien Córdoba fue todo y así lo expresó en sus canciones". Muy emocionado, recordó que su progenitor fue un auténtico "enamorado" de la ciudad y que él había intentado seguir sus pasos. Medina "lleva la música en los genes", aseguró el entonces alcalde Andrés Ocaña, que le dio las gracias "por preservar la memoria musical de Córdoba" con un trabajo tenaz y entregado a lo largo de muchas décadas.

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