La escritora cordobesa Verónica Moreno (Hinojosa del Duque, 1980) acaba de publicar su primer poemario, Un cuarto oscuro, editado por La Bella Varsovia. Además de dedicarse a la creación, en los últimos años la autora ha formado parte de la organización de festivales para promocionar este género, como el Acciones Poéticas de Ladyfestsur, las Jornadas Feministas de Granada o el Festival de Poesía Independiente Money for No-Thing.

-¿Cómo ha sido el proceso creativo de Un cuarto oscuro?

-No podría ubicar el principio de este libro, algunos poemas tienen años de recorrido y otros son bastante recientes, digamos que el momento en que empecé a concebirlos como un todo fue hace un año y medio. Además son poemas que han sido reescritos muchas veces, tanto que no sé cuándo empezaron ni si están terminados aún. El proceso creativo se basa en la vida, es decir, en la experiencia. Me gusta utilizar el estilo confesional para ficcionar las experiencias. En realidad todo es mentira...

-¿Qué quiere transmitir con estos poemas?

-Lo que quiero transmitir son emociones, esas emociones que no se transmiten en el lenguaje cotidiano, por eso me gusta más el recital que la publicación (aunque cada uno cumpla una función distinta), porque es en él donde se produce el contacto directo y, si eres buena poeta, la emoción del público.

-¿Qué temas abarca en Un cuarto oscuro?

-Creo que el tema central del libro es el de la identidad. Consta de tres partes sobre la identidad heredada, la fragmentada y la construida.

-¿De qué se nutre su poesía?

-De todo un poco, de la imagen, de la música, de la tipografía, incluso hay un poema basado en la imaginería de la legislación sobre los tipos de ventas que hay en España. Es un collage que saca sus propias conclusiones.

-¿Cómo se plantea su futuro en la literatura?

-No creía que tuviera un futuro, antes de la publicación yo sólo escribía y recitaba y esto es lo que voy a seguir haciendo mientras tenga algo que decir.

-Usted es una poeta muy activa en lo que a promoción de la lírica se refiere, con la participación en publicaciones, jornadas y festivales. ¿Hasta qué punto esto influye en la proyección de su carrera?

-Cuando hago recitales lo que me preocupa es que a la gente que me escucha y/o lee le guste lo que hago. Pienso que todas estas participaciones sirven para que la gente tenga la oportunidad de leerte y escucharte y de darte el feedback para saber si trasmites algo o nada.

-Según su experiencia, ¿cuál es el estado de salud de la poesía actual?

-Yo creo que el estado de la poesía actual es bastante bueno, en calidad y en cantidad; el reto es saber escenificarla y acercarla a todo el mundo, sea lector de poesía o no.

-¿En qué proyecto está trabajando actualmente?

-Me estoy dedicando a las presentaciones del libro Un cuarto oscuro, en las que hemos incorporado sesiones de vj por parte de las artistas visuales Valle Galera y Mónica Fernández para convertir cada presentación en una experiencia.