Cristina Moya García, profesora de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, es una experta en Juan de Mena, poeta de cuyo nacimiento se cumple este año el sexto centenario y al que la citada institución le dedicó la pasada primavera un congreso internacional.

-¿Cuál fue la influencia de este poeta en su tiempo?

-Es muy interesante ver las dos facetas que hubo en la vida de Juan de Mena. Por un lado, su gran presencia en la corte de Juan II. Pero, por otro lado, él nunca se desvinculó de Córdoba y también tuvo trato con otros intelectuales coetáneos a su época. Para él, Córdoba era patria de sabios, algo que queda muy reflejado en toda su obra. Fue el poeta medieval que más repercusión tuvo y el que más se valora de los siglos XVI y XVII. En este sentido, es muy importante destacar la influencia que ha ejercido en intelectuales posteriores. Es el caso de Hernán Núñez, quien en 1491 hizo una edición de la obra cumbre de Juan de Mena, Laberinto de Fortuna.

-¿El legado que nos dejó se ha potenciado en la medida adecuada o todavía queda algo por dar a conocer?

-Queda mucho por hacer, pero sí es cierto que se están haciendo estudios muy importantes. Lo que no sé es hasta qué punto la ciudadanía de Córdoba es consciente de la importancia de este poeta.

-¿Cuál era el objetivo del congreso celebrado sobre el poeta?

-La meta era hacer una revisión de todo lo que se había aportado hasta ahora sobre él y, al mismo tiempo, ofrecer vía libre de investigación para ampliar el conocimiento sobre este poeta.

-¿Cuál fue el resultado?

-Con respecto al congreso, académicamente estamos muy contentos en el departamento ya que vinieron los máximos especialistas en la figura de Juan de Mena a nivel mundial. Creemos que este congreso va a marcar un antes y un después en los estudios de este poeta cordobés que es fundamental dentro de la literatura española y, de hecho, es el poeta más importante del siglo XV. Por otro lado, la exposición que organicé junto al profesor Julián Solana Pujalte en el Archivo Histórico Provincial incluyó libros de Juan de Mena, ejemplares de autores que fueron fuentes para él y un ejemplar de La Celestina como muestra de la trascendencia de Juan de Mena en épocas posteriores. Sin embargo, haciendo un balance sobre la participación de la ciudadanía, el resultado es más agridulce porque la exposición fue visitada pero no tanto como nos hubiera gustado.

-Entre las líneas de investigación que se proponían a los expertos, ¿cuáles fueron las más tratadas?

-Las líneas que requerían de un análisis eran: la obra de Juan de Mena, su recepción, diversos trabajos de literatura partiendo de sus obras y Juan de Mena y su tiempo. Se trataron por igual todas las líneas de investigación. Lógicamente, el estudio de su obra fue un tema muy importante y abordado, pero siempre se abarcó desde una perspectiva interdisciplinar.

-El profesor Carlos Alvar afirma que Juan de Mena "es el primer gran clásico de la literatura española". ¿Comparte esta valoración?

-Su obra, de alguna manera, marca un antes y un después y esto está relacionado también con el uso que hicieron de esta obra unos años después los Reyes Católicos, ya que Laberinto de Fortuna se convirtió en el gran poema nacional. Indiscutiblemente estoy de acuerdo con esa afirmación.

-¿Qué Córdoba, la romana, la musulmana, la renacentista..., considera que ha dejado más huella en la ciudad actual?

-Es una pregunta difícil porque Córdoba en todas las épocas históricas ha ido dejando un legado importante. Sería aventurado por mi parte hacer una valoración, ya que todas las épocas han sido importantísimas. No creo que haya que hacer una comparación intentando ver qué intelectual es más importante que otro, sino en conjunto ver qué han aportado todos.