Alessandro Gaucci hará hoy un viaje relámpago a Sevilla, el nexo en sus constantes vuelos desde Roma desde el verano pasado, en compañía de su buen amigo Antonio Manzano, agente FIFA que le acompaña en Córdoba. Una ciudad que se prepara para recibir al abogado Enrique Rodríguez Garza y a los peces gordos del grupo inversor italiano en el episodio definitivo de la negociación con José Romero. Como admitió el presidente del Córdoba, José Miguel Salinas, el dueño del club debe hilar fino para sacar tajada o al menos no ejercer de pardillo en un debate con aristas: la cantidad definitiva a pagar (deuda con o sin intereses), el porcentaje del paquete de acciones (entero o una gran parte)...

-De todos los nombres que han salido en los medios, ¿hay alguno que se pueda decir ya que vaya a formar parte del nuevo Córdoba?

-No puedo decir nada de nombres hasta que esté cerrado el trato. La gente que quiere comprar no quiere hablar de planes.

-El martes, en sus primeras declaraciones en España, no aclaró a El Día el porcentaje de posibilidades que existen de que la venta se lleve a cabo. ¿Ahora podría precisarlo? ¿Ha avanzado, ha retrocedido?

-Estamos más o menos igual que el otro día. No se encontraron todavía las partes. Creo que el martes o el miércoles se verán. Tengo mucha confianza.

-¿Es positivo con respecto a la operación?

-Sí. La venta del club está bastante cerca, pero hay que aclarar algunas cosas el martes o el miércoles con la gente interesada en la compra. Me han dicho que tenemos que mantener el secreto hasta el día en que se cierre todo.

-Cuando vengan los inversores será ya para firmar, ¿no?

-Hacer los documentos no es un tema ni de la propiedad ni mío. Son más bien los abogados. La cosa más importante será decidir los puntos claves.

-La empresa Augusta Business Capital es la que está mediando en el asunto.

-La sociedad es una nueva compañía creada para negociar la adquisición del club, pero si los dueños quieren hacerlo por su cuenta no va a cambiar nada.

-Enrique Rodríguez Zarza, el abogado que negocia con Prasa, ¿tendrá algún cargo en el club?

-Quique trabaja en nombre de la empresa. Él tiene su trabajo en Granada. Será el abogado que terminará la adquisición del club, pero al final depende de lo que la nueva sociedad quiera hacer con él. De lo que estoy seguro es que será el abogado del club.

-¿Y José Miguel Salinas? ¿Seguirá siendo el presidente?

-Salinas será un tema de negociación, no pertenece a mi competencia. A mí me gustaría que siguiera él, porque le conozco bien y me parece una persona muy inteligente, parece que todo el mundo lo respeta mucho porque es una persona que sabe mucho de todo.

-Después de tanto tiempo conversando, ¿qué ha impedido que no se haya cerrado ya el trato?

-No puedo decir el principal problema de la operación. Llevo cinco meses de muy buena relación con el Grupo Prasa, esta gente ha sido muy amable con nosotros. Empezamos a negociar en julio, pero hacer la cosa este verano parecía más duro porque tenía más dudas que ahora. El equipo no me parecía competitivo, y a día de hoy tampoco me lo parece del todo. Y estuve preocupado sobre todo por el tema del descenso. Le dije a la gente que estaba interesada en comprar el club que esperara un poco para ir al mercado de enero.

-¿Hacia dónde se mirará para reforzar la plantilla?

-Aquí no hay un problema técnico, sobre todo el problema es económico, una deuda muy alta a la que tenemos que poner solución. Por suerte tenemos los abogados para solucionar la situación. Mi papel es más deportivo.