Hace un par de años, el cine francés sorprendió a toda Europa con uno de esos éxitos de taquilla que produce muy de tanto en tanto. Bienvenidos al Norte rompió registros en el país galo, superando incluso las cifras de Amelie, con una historia de humor que narraba las peripecias de un triste funcionario de correos destinado a las frías tierras de Nord Pas de Calais, el departamento más septentrional de Francia y poco menos que un castigo para todo el que cae allí. Buena parte de los gags de la película giran en torno al ch'ti, el particular acento que hace ininteligible el idioma incluso para el resto de franceses. Ese dialecto marca la personalidad de los habitantes del norte, duros, cerrados y orgullosos. Pues de allí, y con esas cualidades, es Leo Renaud-David, la nueva estrella del Prasa Pozoblanco.

Cuatro goles en el estreno ante el Adelma Santander fueron el anticipo de lo que llegó el pasado sábado, cuando con un festival de lanzamientos lejanos desde todos los ángulos se fue hasta los diez goles frente al Ademar B, liderando junto a Paco Bustos el triunfo frente a los leoneses (33-28). Su exhibición fue premiada con los aplausos de un público que no recibía un impacto igual desde la llegada a Pozoblanco hace años del japonés Daisuke Miyazaki.

El galo fue la gran sorpresa del equipo vallesano en la pretemporada. El Prasa, sumido en una enorme incertidumbre económica, hizo público su fichaje procedente del HBC Thuir de la Nationale 2 gala. Hasta la Cataluña francesa, muy cerca de Perpignan, llegó Leo para pasar dos años en los desarrolló su juego polivalente, capaz de ocupar cualquier posición de la primera línea en funciones ofensivas. Allí coincidió con un ex jugador prasista, el catalán Sergi Gimeno, y comenzaron los contactos para que el galo de 23 años siguiera su particular viaje al sur hasta llegar a Pozoblanco.

Pero Córdoba no fue la primera escala de Renaud-David en su viaje a España. Antes estuvo haciendo una prueba con el Granollers, donde tuvo unos informes positivos por parte de Manolo Cadenas, suficientes para que el Prasa se decidiera para ficharle. "Sabíamos que si se adaptaba pronto sería válido para la categoría", dice Paco Castillo, que cuenta con un poderoso arma en el lanzamiento desde nueve metros del que espera aún un amplio margen de mejora.

"Día a día mejora el idioma y ahora avanzaremos más rápido cuando pueda meterse en la dinámica del grupo", dice el técnico prasista, "aunque no es el año más idóneo, porque estamos entrenando menos". Para el entrenador del Prasa, Leo "está muy acostumbrado al uno contra uno, domina las acciones individuales, es fuerte y tiene un buen lanzamiento", aunque "si conseguimos que se aproveche del juego del pivote, de los cruces y de algunas cortinas, su rendimiento será mucho más alto". "Todos los días no marcará diez goles, pero debe seguir progresando y tener un juego menos individualista", apunta Castillo, quien a la hora de comparar al galo recuerda al ex prasista Manolo Vilches. "Tiene parecido físicamente, juega en el mismo puesto, es potente y tiene más salto y lanzamiento", señala el técnico, que sigue esperando que Leo Renaud-David selle con sus goles la confianza depositada en él, aunque sea con un fuerte acento ch'ti.