bm pozoblanco: Iván Barrero, Gerard Espigol (9), Curro Muñoz (3), José Antonio Moreno (2), Eduardo Escobedo (5, 3p), Leo David-Renaut (5) y Paco Bustos (5) -siete inicial-, Asier Zubiria (p.s.), Nacho Serrano, Israel Damont (1) y Nacho del Castillo. ars palma naranja: Ramón, Martins, Vermeroski (6), Fandiño (3), Txeira (1), Dani Hernández (3, 1p) y Dublino (3, 2p) -siete inicial-, Manu López (p.s.), Juanlu, (5, 1p), Ibañez (1), Cruzado (6), Morales, Montesinos (2) y Martín. Árbitros: Jiménez y Guillén, de Sevilla. Excluyeron a los locales Espigol (2), José Antonio Moreno y Escobedo; y a los visitantes Dublino, Vermerosky, Martin y Dublino. Parciales: 3-2, 5-5, 8-7, 9-11, 12-13, 14-15 (descanso), 17-17, 20-21, 23-23, 26-25, 29-29 y 30-30 (final). Incidencias: Partido correspondiente al partido de ida de la primera eliminatoria de la Copa de Andalucía, disputado en el Juan Sepúlveda ante unos 120 espectadores.

Todo por decidir. El empate de ayer entre Pozoblanco y Palma del Río, los dos únicos representantes de la provincia de Córdoba en la próxima edición de la División de Honor B, dejó en el aire el pasaporte para la fase final de la Copa de Andalucía. Además, la sensación que dejó el partido de ayer fue que a ambas escuadras les falta mucho ritmo. Las imprecisiones estuvieron presentes en muchas jugadas de un partido loco en los ataques, faceta en la que casi todos los jugadores hicieron la guerra por su cuenta.

El partido empezó igualado, pero conforme avanzaba el equipo palmeño iba ganando enteros. A los 20 minutos, un parcial para los del Ars de 0-5 les dejó tres puntos arriba. Demasiado pronto para romper un partido. Se repuso el Pozoblanco, que pronto igualaría fuerzas con las paradas de Barrero, el espíritu de Espigol y un francés saltarín que se parece al japonés que tuvo el Prasa, Miyazaki, en el lanzamiento en suspensión. En el Palma las bombas de Lubomir rompían redes.

Luego llegó la segunda mitad, y en ella los de César Montes salieron primero a verlas venir e intentar clavar el rejón cuando desfalleciera el conjunto local. Fue el mismo argumento de la primera mitad. Principio igualado y a la mitad de camino, golpazo. Se fue el Palma del Río con dos tantos de diferencia y con bola para irse a tres, pero no mató a pesar de tener una doble superioridad. El Pozoblanco se creció tanto que igualó y a ocho del final se puso dos arriba, subiéndose a las barbas de los palmeños, a los que se les vio más rodados. ç

De nuevo Espigol tiró del carro, aunque la respuesta visitante también fue genial. Nadie quería perder y a los dos les daba miedo ganar. La polémica estuvo al final. Y es que en estos derbis provinciales siempre saltan chispas. A once segundos de la conclusión, Paco Bustos tuvo la bola de partido. Manu López paró, aunque se reclamó penalti sobre el pivote prasista. En fin, que entre protestas terminó un derbi que deja bien a las claras que era el primer partido de ambos y que el margen de mejora tiene que ser mucho para los dos. El Pandero dará el próximo sábado, a partir de las 19:00, el billete a una Copa de Andalucía que tiene el atractivo televisivo en la fase final.