Llega a una plaza compleja y es plenamente consciente de ello. Rafael Berges (Córdoba, 1971) es el nuevo técnico del CD Pozoblanco, un club histórico de la provincia en el que tomará el testigo de un Rafa Carrasco que dejó al equipo a las puertas del play off de ascenso a Segunda B. Después de haber tanteado a entrenadores como Falete, Juanmi Puentenueva, José González o Pepe Tapias, el club vallesano se decantó por ponerse en manos del campeón olímpico en los Juegos de Barcelona 92 y ex jugador del Tenerife y Celta en Primera División. Como entrenador ha estado en las divisiones inferiores del Córdoba -donde dirigió al filial y al cadete andaluza-, el Séneca y el Don Bosco, además de breves etapas en el Lucena, en el filial del Almería y del Linares -los problemas con la directiva hizo que se fuera al primer día-. Para Berges, el Pozoblanco es un gran reto.

-¿Con qué ilusión llega Berges al Pozoblanco?

-Con la máxima ilusión, pues es un club con mucha solera y en el que vamos a trabajar con todas nuestras fuerzas. La plantilla aún hay que hacerla. La verdad es que vamos a empezar un poco tarde, pero no vamos a hacer de esto un problema pues ya estamos trabajando.

-¿Hay problemas para contratar a jugadores?

-Sí, porque este año el club va a rebajar mucho el presupuesto y no es fácil contratar jugadores, aunque tenemos fe de que haremos un buen equipo a pesar de que el presupuesto va a ser muy austero. Te puedo decir que estoy llamando a muchos jugadores y pasándome horas y horas hablando por el móvil.

-¿Espera que siga la base del año anterior?

-Ésa es la idea, pero no será fácil pues ya cuatro jugadores se han ido al Antequera. Luego, tienes muchas limitaciones a la hora de ofrecerle al futbolista, pues la principal preocupación del presidente es el tema económico.

-¿El año pasado siguió al Pozoblanco?

-Así es, lo conozco perfectamente ya que el año pasado lo vi en numerosas ocasiones.

-¿Tirará de la base, de la gente de la casa?

-Pues es mi idea, hacer un proyecto con gente joven, ya que ahí está el futuro, aunque está claro que tenemos que tener presente la categoría.

-¿Qué le preocupa del equipo?

-Pues muchas cosas: que vamos un poco tarde en renovaciones y fichajes, que el presupuesto es austero y que tenemos que llevar a la gente al campo, pues el año pasado se terminó con muy pocos aficionados en la grada.

-Fue un jugador de primer nivel. ¿Qué busca en el banquillo?

-Soy un entrenador joven, pues tengo 38 años y espero tener la fortuna que a lo mejor no me ha acompañado en el banquillo hasta este momento.

-¿Qué fútbol hará el Pozoblanco de Berges?

-Dependerá del equipo que confeccionemos.

-¿Cambia uno en el banquillo?

-Se cambia a medida que pasa el tiempo. Yo antes daba más órdenes y voces en el banquillo y con el tiempo te das cuenta de que el futbolista está tan metido en el partido que a veces ni te escucha, por lo que te vuelves más tranquilo y crees más en el día a día, en los entrenamientos, que es cuando el entrenador tiene que hacer su trabajo.

-¿Qué le han dicho del Pozoblanco?

-Pues muchas cosas buenas. Coco me ha dicho que en el viejo campo se juntaban miles de personas, lo que hacía que durante muchísimos años este equipo fuera invencible en su casa. Sería importantísimo que en casa fuéramos muy fuertes y que la afición se animara.

-Suerte en el nuevo proyecto.

-La necesitaremos, muchas gracias.