Los lanzamientos de siete metros que el sábado habían otorgado al Prasa Pozoblanco el pase a la final, impidieron a los vallesanos ascender a la Liga Asobal en el partido definitivo ante el anfitrión y a la postre ascendido, el Rayet Guadalajara. Decepción y lágrimas en los integrantes del equipo pozoalbense, que rozó el ascenso y se quedó sin premio después de un trepidante e igualado partido que, una vez más, necesitó de la prórroga y los penaltis para su definición. En los lanzamientos de siete metros, el portero alcarreño, Jorge Oliva, fue el gran protagonista al detener dos de los cuatro lanzamientos de los cordobeses, mientras que los jugadores del Rayet anotaron tres de los cuatro disparos. Así de injusto.

Desde el pitido inicial el San José fue una caldera. Aún así, el cuadro prasista superó el ambiente local y en los primeros compases del partido dominó sin complejos (5-7 y 7-9). Al comienzo de la segunda parte, el Rayet Guadalajara se puso por primera vez por delante. El meta local, Jorge Oliva se convirtió en el protagonista del encuentro para que su equipo le diera la vuelta al marcador (20-18) y desatase la euforia en el San José. A falta de dos minutos, Demovic falló con un acuciante pasivo. Los discípulos de Paco Castillo no aprovecharon su oportunidad a falta de un minuto en un final muy igualado. José Carlos López se encontró con un Oliva inapelable que le dio a los suyos la oportunidad de ganar el partido con un ataque final de cincuenta segundos.Tras un tiempo local sin consecuencias, aún quedó nueve segundos para el final con posesión visitante. Esta vez el tiempo muerto fue de Paco Castillo. Quedaba lo justo. Tiempo para que Demovic fuese excluído y que Edu Escobedo lanzase fuera el último disparo antes del bocinazo final.

Nueva prórroga para los pozoalbenses que debían acusar el cansancio de la semifinal. El Rayet no encontraba huecos en ataque ante la aguerrida defensa del cuadro cordobés que dispuso de un ataque para marcharse de dos y dejar sentenciada la final, pero Quino Soler marró. El que no lo hizo fue Reig que desde el pivote devolvió la igualdad (24- 24).

En la reanudación, Valles puso a los alcarreños por delante (25-24). El Prasa no se achantó y puso las tablas rápidamente con tres minutos aún por jugarse. Una falta en ataque de Reig a Rubiales, que se desquitó de la anterior, les dio la opción a los visitantes de adelantarse. No lo hicieron: a la primera por un buen blocaje alcarreño y a la segunda porque se encontraron con un gran Oliva. Quedaban dos minutos y el cuadro vallesano defendía presionando en media cancha. Beret volvió a aparecer para adelantar al Rayet. Pero ahí estaba Escobedo para igualar la contienda (26-26).

El último minuto fue trágico, con posesión visitante tras fallo de Valles en un pase. Veinte segundos para la última posesión cordobesa. Edu Escobedo se erigió de nuevo en la esperanza cordobesa, pero los dos lanzamientos que realizó se los blocó Oliva. Final. Y Otra vez a la lotería de los penaltis. La suerte ya estaba echada, pero esta vez no sonrió a un Prasa que vio como el conjunto castellano-manchego acompaña al Puerto Sagunto a la Liga Asobal. Y es que los fallos desde los siete metros de Edu Escobedo y de Quino Soler acabaron con el sueño del Prasa Pozoblanco.

Los vallesanos se quedan sin saborear la máxima categoría una vez más. Desde que estuviesen hace quince años en la Liga Asobal -temporada 95-96-, los pozoalbenses han desperdiciado muchas oportunidad de lograr su retorno. Otra vez será.