Pozoblanco cae ante el peso de la historia

El Prasa no pudo con el orden defensivo del Bidasoa, que apoyado en la magistral actuación de su cancerbero Lamariano en la segunda parte, consiguió darle la vuelta al luminoso y llevarse los puntos en su visita a Pozoblanco.

Los prasistas tuvieron ciertos problemas en el lanzamiento exterior y se notó la falta de dirección técnica por la ausencia de Paco Castillo en el banquillo debido a su sanción por un mes.

Pese a todo, los pozoalbenses controlaron el partido en la primera mitad gracias a su inmejorable defensa y al gran trabajo del croata Mario Percin en la portería, que paró incluso dos lanzamientos de siete metros.

Los vallesanos terminaban las jugadas de ataque por los extremos consiguiendo llevar balones a la posición de pivote, donde esperaba Ruano para abrir la ventaja local hasta los cuatro goles. Sin embargo, en los últimos minutos de la primera mitad se produjeron un par de desafortunadas jugadas ofensivas por parte del Prasa que metieron en la pelea por el partido al Bidasoa, que llegó al descanso con vida (14-12).

Y así fue hasta que tras el receso emergió la figura del portero visitante. Las paradas de Lamariano, las exclusiones y la falta de lanzamiento exterior por parte local fueron suficiente para que los irundarras soñarán con dar la sorpresa y llevarse la victoria. Los locales no encontraron la fórmula para recuperar la defensa del primer tiempo y ahí estuvo la clave de la derrota, mientras los visitantes se encomendaron a la labor anotadora de Duric, que hizo y deshizo a su antojo sin que nadie pudiera pararlo para desasosiego local (20-23, min. 50).

Pese a sus problemas ofensivos, el Prasa luchó hasta la extenuación por la victoria, pero de nuevo volvió a tropezar con la inspirada actuación del meta vasco, que acabó amargando a los lanzadores vallesanos y entregando en bandeja una victoria que servirá al Bidasoa para aclarar su presente mientras sigue recordando su glorioso pasado.