Un partidillo de fútbol-7 sobre el césped artificial de La Fuensanta supuso el relajado estreno del Prasa Pozoblanco, el último de los cuatro equipos cordobeses de la DHB en ponerse en marcha. Los vallesanos, de nuevo a las órdenes de Paco Castillo, volverán a partir como uno de los candidatos al ascenso tras el fallido -otro más- intento del curso pasado, en el que durante muchas semanas acarició su objetivo en la temporada regular y que finalmente tampoco pudo alcanzar en la fase celebrada en Pamplona.

El Prasa empezó los entrenamientos con las novedades de los porteros Álvaro de Hita (Huesca) y Asier Zubiría (Maristas Málaga), el lateral Quino Soler y el pivote cordobés Paco Bustos, ambos procedentes del Antequera y que suponen la gran apuesta del equipo de Pozoblanco. Gran parte de las esperanzas prasistas están puestas en su veteranía y enorme calidad, aunque esas cualidades no pueden evitar otro tipo de problemas.

Por ejemplo, la falta de efectivos. Junto a los nuevos, ayer se ejercitaron Nacho Vico, Curro Muñoz, Nacho Serrano, Gerard Espigol, Israel Damont y Eduardo Escobedo, completando un bloque de diez jugadores que todavía necesita más piezas. De hecho, en La Fuensanta ya estuvieron formando parte del grupo el central Dani Alcedo, el pivote Álex Rubiales y el extremo derecho José Carlos López, tres malagueños con amplia experiencia en la categoría que, según el club, "todavía han firmado por el Prasa Pozoblanco debido a la falta de nuevos ingresos económicos del club".

Hasta que llegue ese dinero y se puedan hacer efectivos los fichajes, el Prasa trabajará en una planificación que tiene como objetivo llegar a punto para la fase final de la Copa Andalucía, que se celebrará en Pozoblanco el 5 y 6 de septiembre. Antes, y tras una semana de fuerte carga física, el equipo pozoalbense jugará el día 18 ante el Antequera (Torre del Mar, 20:00) y el 22 recibirá al Cajasur en la fase de clasificación de la Copa, aunque ya está clasificado como anfitrión. El Ars (2 de septiembre en Santaella) será el siguiente rival, aunque se espera cerrar un amistoso el 29 de agosto que complete una pretemporada en la que el Prasa tiene un duro objetivo: recuperar la ilusión.