"Vine aquí para ayudar al equipo a llegar a Primera"
David Arteaga. Centrocampista del Córdoba
El zurdo se siente “muy implicado” y espera “luchar por otros objetivos” el año que viene · No obstante, ante la visita a Anoeta pide no caer en “un exceso de confianza”
David Pérez es un chaval introvertido que a sus 27 años lleva tres afincado en Córdoba, cerca de su Sevilla natal. Arteaga es un futbolista sobre el que discuten los aficionados porque es distinto. Con el Córdoba llegó a alcanzar un nivel supremo del que ahora es preso. Sin embargo, todos los entrenadores han contado con él desde que recaló en El Arcángel, y por eso está dejando huella. Pegado a la cal y lejos de ella. Lleva con cuatro amarillas desde la jornada 27 y durante toda la temporada viene librando un duelo con José Vega por la titularidad en la demarcación de interior izquierdo.
–Volvemos a San Sebastián, pero es diferente. La temporada pasada usted fue suplente allí, y ahora lleva nueve partidos consecutivos como titular. Y no hay esa agonía, ni mucho menos.
–No sé si voy a ser titular el domingo. Sí es cierto que llegamos en una situación más tranquila. Sabemos que dependemos de nosotros, y si conseguimos la victoria prácticamente tenemos la salvación en la mano.
–Está casi hecho. Sólo casi.
–Es un momento de la temporada importante, en el que la confianza se tiene que reflejar en un juego mucho más tranquilo, y en que sepamos leer el partido. Pero no podemos caer en un exceso de confianza.
–Quién lo diría después del varapalo en Vallecas. El equipo tocó fondo en el plano anímico, y ahora vuelve a tener el objetivo muy cerca.
–Lo tenemos muy bien, pero no me gusta decir que lo tenemos hecho. Sabemos que estamos teniendo la suerte entre comillas de que los que están abajo no están respondiendo a las expectativas, y eso nos está facilitando mucho el seguir manteniendo esa ventaja. Pero el equipo también ha sumado cuatro puntos en los tres últimos partidos, y los equipos a los que visitamos se están jugando mucho. En los cuatro partidos que quedan tenemos que sacar los máximos puntos posibles para asegurar matemáticamente la salvación, y así poder llegar más relajados a las últimas jornadas.
–Le he citado el partido de Vallecas. ¿Qué le dolió más: una derrota de ese calibre o los insultos de los aficionados?
–En el plano personal, nunca había vivido una situación así en un terreno de juego, sintiendo vergüenza. No fuimos profesionales. Por muchas cosas que pasen dentro de un terreno de juego, no es manera de perder un partido. Con respecto a la afición, es entendible: ellos están sufriendo este año, viajan con mucha ilusión siempre, y al verse con un resultado así... Es comprensible que muestren su descontento de alguna manera. Yo no digo que sea la correcta o no, cada uno lo hace de una manera. Todo es muy respetable, cada uno lo debe saber. Eso te lleva a reflexionar, como todos hicimos después, para intentar seguir con la dinámica de los partidos anteriores.
–Creo que le pudo pasar factura la celebración del gol al Huesca, en la que se señaló el nombre en la camiseta. Quizá para usted fue una liberación y para ellos, una provocación.
–No. El día del Granada en Segunda B también lo hice, y no fue ninguna provocación ni ningún gesto de rabia hacia nadie. Cada uno celebra los goles de una manera diferente, y muchas veces eso no está relacionado con nada. Muchas veces sólo los implicados saben realmente hacia quién o hacia qué van ese tipo de celebraciones. Por lo tanto, no creo que nadie tenga que buscar más allá. Que nadie piense que va dirigido hacia la afición, hacia el club o hacia alguien. Esos momentos surgen por un estado de ánimo o porque ya lo tienes pensado para dedicárselo a alguien.
–Sí es más objetivo pensar que a usted le exigen más que a otros porque saben lo que puede dar.
–Estoy totalmente de acuerdo. Siempre he intentado ser muy claro en mis declaraciones cuando he pasado un mal momento. He tenido momentos muy buenos aquí, en los que tanto vosotros (los periodistas) como la afición habéis hablado muy bien de mí, y el equipo también respondía. Era un camino de rosas. Y ahora las circunstancias hacen que tanto en lo colectivo como en lo personal no estemos tan bien y que surjan ese tipo de críticas. La gente sabe que puedo dar mucho más. Yo soy el primero que me exijo al máximo, y sé que esto es cuestión de todos: tanto por mi parte como por el colectivo. Espero salvar lo mejor posible esta temporada, que consigamos la salvación, y partir de cero el año que viene, volviendo a demostrar lo mejor de mí. Todavía quedan cuatro jornadas para hacerlo. De todas formas, yo lo tengo muy claro: cuando las cosas van bien en el plano colectivo, en el plano personal también van mucho mejor.
–En el fútbol también pesan mucho las modas, y quizá influya que tienen su cara muy vista. Cien partidos no se cumplen todos los días.
–Es cierto que se comenta que la gente quiere ver siempre algo nuevo, pero creo que cuando un jugador realmente mantiene una regularidad en su juego, y está implicado, la afición siempre lo quiere y siempre quiere verlo. Yo estoy muy implicado, y espero conseguir ese nivel que tuve antes. Ojalá juegue muchos más partidos aquí como vengo jugando, porque tampoco creo que sea fácil jugar treintaitantos partidos todos los años. Aparte, a mí siempre se me ha tachado de que me lesionaba mucho, y este año no es el caso, y el anterior tampoco. Yo no me canso de estar aquí, ni creo que me vaya a cansar de estar aquí. Que la gente se vaya a cansar de verme, es diferente. Es como todo: si el rendimiento no es el esperado por las dos partes... Ahora mismo estoy muy contento y muy centrado en esto, y nunca he pensado en otra cosa, a pesar de las cosas que se han dicho.
–Cien partidos, y los que le quedan. ¿Qué espera conseguir con el Córdoba de aquí a 2011? Aquí también ha vivido cosas bonitas.
–Eso es lo que quiero: vivir momentos mucho mejores. Espero que el año que viene todo sea mejor, que lo veamos con mucha más ilusión y consigamos el objetivo cuanto antes. Espero poder luchar por otros objetivos, porque siempre he dicho que vine aquí para ayudar al equipo a llegar a Primera División. Por ahora no estamos peleando por los objetivos que yo pensaba, pero la ilusión nunca la voy a perder. Creo que los proyectos se basan en eso: que haya una realidad y que todos creamos en el mismo sentido.
–Ya lleva tres proyectos como cordobesista: un ascenso y dos campañas al filo de la navaja en Segunda. ¿Qué ha fallado? Las expectativas eran altas.
–Quizá no nos hemos mantenido con los pies en el suelo. En la temporada en Segunda B se consiguió el objetivo. El año pasado, también, porque era mantenerse. Sabíamos que la Segunda era una liga muy igualada y que teníamos que sufrir mucho, aunque sufrimos más de lo que queríamos. Y esta temporada sí es verdad que todos pensábamos que iba a ser diferente. Más que creer que ha fallado algo, creo que los proyectos se basan en tener las ideas muy claras, ir todos en la misma dirección, no crear conflictos ni desestabilizar sobre todo a la institución y a los jugadores... Quizá eso en momentos determinados ha pasado o pasa, y nunca llegas a estar centrado realmente en el aspecto deportivo, dejando al margen lo que se pueda cocer en el plano institucional. Eso a nosotros nos debería importar bastante poco.
–Para el próximo ejercicio hay incertidumbre por la probable venta del club. ¿Está el vestuario al margen de todos los rumores o cuesta abstraerse de todo eso?
–Es lo que acabo de decir. Creo que al final al futbolista en Córdoba se le mete demasiado en todo este tipo de jaleos, y no debería ser una prioridad para nosotros. Al principio, todo te coge muy de sorpresa y no lo asimilas, pero después de tres temporadas ya puedes abstraerte de todo este tipo de comentarios. Pero cuando unos compañeros te hablan de una cosa o de otra, de la venta del club, que sale mucho en prensa, incluso por parte de gente de aquí... Al final, inevitablemente lo piensas, y los jugadores lo que queremos es centrarnos simplemente en el aspecto deportivo. El que tenga que decidir la venta del club, si la hay o no, que lo haga, pero dejándonos a nosotros aparte de eso.
–La crisis económica se deja notar en todos los ámbitos. ¿Le preocupa que le toquen el bolsillo, como se ha comentado?
–Es una cosa que no me habían preguntado nunca. Y no quiero contestar a ese tipo de cosas, porque no creo que sea el momento ni el lugar para hacerlo. Es un rumor y no le presto mucha atención.
–Otra cuestión calentita para acabar. Hablando de dinero, las primas ya están aquí. Es el pan nuestro de cada año. Han llegado las últimas jornadas y hay muchos equipos que se juegan mucho por arriba y por abajo.
–En el fútbol siempre surge este tema en estos momentos. Nosotros ahora no podemos entrar en primas a nadie, porque nos estamos jugando mucho. En ese aspecto, no nos va a influir en nada. Si hay equipos a los que se les prima, yo no me meto en eso, porque no es mi problema en estos momentos. Si en algún momento tuviese que pronunciarme, lo haría, pero ahora mismo ninguno de nosotros piensa en ningún tipo de prima por parte de nadie.
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