Al final no hubo carambola y el Prasa se quedó no sólo sin el ascenso directo, sino también sin la segunda plaza que otorga la prioridad para organizar la fase de ascenso. La última jornada de la fase regular no cambió nada, y la clasificación queda exactamente igual, respetando las mismas posiciones con las que los implicados llegaron a los 40 minutos finales. De los tres resultados que se tenían que conjuntar para que los vallesanos lograran la primera plaza, sólo se dio uno, el propio, con un trabajado triunfo ante el Guadalajara. Pero ninguno de los otros dos implicados falló en una jornada en la que había que esperar demasiados favores ajenos.

El Toledo ya es nuevo equipo de la Asobal tras cumplir el guión ante el Ars. Con todo a favor, un pabellón repleto y la tranquilidad de depender de sí mismos, los toledanos celebraron su primer ascenso a la máxima categoría. Tampoco falló el Anaitasuna en su visita al Puerto Sagunto, con un triunfo (26-30) que le asegura la segunda plaza y la opción de llevarse la Final a Cuatro (23 y 24 de mayo) a Pamplona.

El Prasa, pese a su triunfo, llegará a la fase de ascenso como tercero, y tendrá que volver a enfrentarse en el primer partido con el Guadalajara, que mantiene su cuarto puesto por delante del Cangas, quinto pese a perder contundentemente (32-22) en la cancha del Aranda.

Pozoblanco vivió pendiente de lo que pasaba en el Juan Sepúlveda y de la radio, con un carrusel en el que se iban conociendo al segundo el resultado de los tres partidos. Pronto se vio que la carambola era imposible. El Toledo dominó su partido desde el primer minuto, y aunque el Ars aguantó en la primera parte, los palmeños no pudieron aguar la fiesta de la marea naranja.

Desde Valencia también llegaban noticias del control que ejercía el Anaitasuna, así que todo el interés quedó en saber si el Prasa era capaz de ganar su propio partido. Curiosamente, a los vallesanos les daba igual ser terceros que cuartos, ya que su rival en la primera eliminatoria de la fase de ascenso sería el Guadalajara independientemente del resultado.

Pero como cualquier opción pasaba por ganar, los locales se pusieron a la faena y dominaron el marcador en la primera parte gracias a los goles de Curro Muñoz, un hombre con pocos minutos que está aprovechando sus oportunidades en el último tercio de competición. Pero el Guadalajara, de la mano de De la Salud, llegó a tiempo para nivelar el encuentro al descanso (15-15).

Las porterías también tuvieron su peso. La inexplicable salida de Iván Barrero por Percin restó en el Prasa, mientras que García mejoró las prestaciones de Canzoniero en los alcarreños, lo que se tradujo en la primera ventaja visitante (19-20). Castillo rectificó y volvió a sentar al croata, que no vio ni un balón, lo que unido a los tantos de Muñoz y al empuje de la grada dejó la victoria en Pozoblanco. Puede que no valiera para nada, pero el Prasa ya sabe cómo ganarle al Guadalajara, y la próxima vez será de verdad.