Fútbol l Tercera División

¿Dónde está el referente?

  • Ninguno de los tres conjuntos de la provincia ha conseguido destacarse hasta el momento · Los problemas económicos y deportivos les están pasando factura

Ni el Córdoba B, ni el Villanueva, ni el Pozoblanco han conseguido erigirse en referente de la provincia en el grupo X de Tercera División en el presente curso, evidenciando que sus proyectos son mucho más modestos que en campañas anteriores. La pasada temporada fue un recién descendido Villanueva quien marcaba la referencia, mientras que hace dos años lo hacía un Lucena que acabó dando el salto de categoría. En la actualidad, el B ocupa puesto de descenso y los equipos del Valle de los Pedroches no pasan de la zona media de la tabla clasificatoria.

La hegemonía, hasta el momento, está siendo para los conjuntos gaditanos y sevillanos de la categoría, que se han alternado la cabeza de la clasificación en las once jornadas de competición que se han disputado. Un recién ascendido como el Coria, así como el Sevilla C, que cumple su segunda temporada en Tercera, junto con el San Roque de Lepe han ocupado ya la primera posición. La pasada jornada, el Jerez industrial, próximo rival del Villanueva, se encaramó como líder en solitario.

De la terna de cordobeses, tan sólo el conjunto jarote, en la primera y en la tercera jornada, ha conseguido pisar la zona de play off, un hecho que dista demasiado de la situación vivida durante el pasado ejercicio. Los problemas económicos, la inestabilidad en el plano deportivo y la confección de proyectos austeros han sido alguna de las causas que han privado a unos y otros de la regularidad que les aúpe hasta la zona que antaño lograron ocupar. El pasado año, el Villanueva -hoy con 16 puntos- era segundo -con 24-, mientras que el Pozoblanco -en la actualidad suma 17- ocupaba el séptimo escalón, al igual que en el vigente campeonato, pero con un punto más. Por otro lado, el filial blanquiverde, ha empeorado sus números, pues tiene seis puntos menos que la pasada campaña tras la jornada 11.

En el caso de los rojillos, la delicada situación económica tras el frustrado intento de ascenso propició una desbandada en masa de los jugadores que formaban la plantilla de la pasada temporada, incluido el entrenador, Rafa Carrasco. La llegada de Antonio Galán al banquillo estuvo acompañada de multitud de fichajes, la mayoría de la tierra. Nada de despilfarros. No en vano algunos jugadores, como los argentinos Mazzina, Diego Romero o Elvio reclamaron el pago de algunas mensualidades, ya abonadas. El recorte presupuestario ha influido en la calidad del plantel.

Por su parte, los pozoalbenses parecen haber encontrado la estabilidad, algo digno de alabar tras un arranque tragicómico que ha acabado con la marcha de Pablo Niño y Luismi, así como la partida del preparador, José Antonio Neva y el amago de Gervasio de seguir el camino marcado por los anteriores. El Pozoblanco partía como la escuadra más potente de la provincia y llamada a ser el equipo a seguir en el grupo X. Pero la realidad ha sido bien distinta. La economía, poco boyante, y las numerosas lesiones poco han ayudado a aliviar el ambiente. José María Moreno Rosillo ha conseguido reconducir la situación e instalar a los blancos en una noble situación, como base para repetir, incluso mejorar, el quinto puesto conseguido el pasado campeonato.

La situación más sangrante la protagoniza el Córdoba B. El conjunto dirigido por Pedro Sánchez Pedrito, después de firmar el peor arranque de competición desde su regreso a la categoría, no ha abandonado los puestos bajos de la clasificación. Ahora mismo no se salvaría de la quema. El proyecto de cantera -con jugadores exclusivamente de Córdoba y con no más de 23 años, aproximadamente- ideado por Fernando Sánchez Corpas Nandi propició que futbolistas como Marcos, Troyano, Álex, Santi Araque o Fernando, entre muchos otros, emigrasen. En cambio, Fuentes o Fran Cruz, del plantel de División de Honor, son fijos en las alineaciones de Pedrito. De momento, el experimento no está dando el resultado esperado.

En definitiva, cuando ya se ha sobrepasado una cuarta parte de la competición, ninguno de los tres combinados ha logrado mantenerse como un claro candidato a dar la campanada a la conclusión de la temporada.

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