Fútbol l Tercera División

Mucho ruido y pocas nueces

  • El Pozoblanco y el Puerto Real se reparten los puntos en un flojo encuentro con escasas ocasiones de gol · Curtido y Niño pasaron de puntillas por el Municipal

La visita del Puerto Real está señalada en rojo en Pozoblanco. En el recuerdo quedaba el tragicómico episodio de la pasada temporada, aliñado con los affaires protagonizados por Pedro Curtido, Pablo Niño y José Antonio Neva en los últimos meses. Al final, nada de nada.

Se esperaba un partido caliente y fue de lo más frío, cumpliéndose aquello de partido de expectación, partido de decepción. Mucho ruido y pocas nueces. Tanto tiempo esperando este día para que en 90 minutos no sucediera nada. Los aficionados ni vieron fútbol, ni a Neva, que no viajó. Y de Pedro Curtido y Pablo Niño poco pudieron ver, pues pasaron de puntillas por el Municipal. Los dos ex pozoalbenses fueron silbados por sus antigua afición cuando fueron cambiados.

Desde bien prontito quedó claro lo que el partido iba a dar de sí. Más bien poco, por no decir nada. Los dos equipos se pasaron toda la tarde jugando a los dardos sin diana. No dieron una ni en los pases ni en los lanzamientos. Las ocasiones de la primera mitad fueron para el Puerto Real, que tuvo dos en las botas de Alexis, quien no supo aprovechar dos regalos de la zaga vallesana: uno de Cubi le dejó con toda la portería para él, pero el atacante no esperaba el regalo y por eso fue incapaz de abrirlo.

El Puerto Real demostró que llegaba al partido con su trabajo bien estudiado, pues Neva se había pasado toda la semana explicando cómo parar al Pozoblanco. Sería por ello que el cuadro local apenas se asomó al balcón gaditano en toda la primera mitad, pues sólo tuvo una ocasión en todo el partido y fue en el minuto 49, cuando Gervasio de falta hizo volar a Raúl. Ya no tiró más.

El Puerto Real tampoco llegaría. Más bien, su segunda mitad fue de trámite, buscando que el crono corriera y dando por bueno el empate. El choque estaba tan oscuro como el campo, ya que una de las torretas del Municipal no se acababa de encender. Tampoco hacía falta luz, pues nadie buscaba el balón y aquello fue un tedio insoportable.

Uno de los protagonistas en la previa fue Gervasio, que esta semana pidió la carta de libertad y desde el club sospechan que es para irse al Puerto Real. El enganche fue el mejor de los blancos y no le gustó cuando le cambiaron. En la ficha técnica, los porteros podrían haber tenido un sin calificar, pues no tuvieron trabajo.

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