Ha sido uno de los fichajes más ansiados de José Antonio Neva durante todo el verano, pero no fructificó hasta que Pablo Niño anunció su marcha. Se trata de Gervasio, un veterano centrocampista de 30 años al que la vida no ha tratado excesivamente bien en las últimas semanas. Nada más desembarcar en Pozoblanco se lesionó y días después sufrió un importante accidente de tráfico que dejó su vehículo reducido a chatarra. Ahora, el mediocentro ha enterrado todos esos fantasmas y se ha reivindicado como mejor sabe, sobre el terreno de juego. El pasado sábado le dio la victoria a los vallesanos en el descuento ante el Sanluqueño al anotar un tanto desde 40 metros de falta directa, y eso a pesar de que sólo llevaba 15 minutos sobre el césped. Ahora, la vida comienza a sonreírle y el Municipal ya espera.

-Marcar el tanto de la victoria del equipo el día de su estreno no está al alcance de cualquiera. ¿Esperaba un debut así con el Pozoblanco?

-Es el debut soñado para cualquiera. Jugar quince minutos y dar el gol de la victoria fuera de casa es perfecto, aunque hubiese sido mucho mejor en casa para poder brindarle la victoria a la afición.

-Ya ha demostrado que las faltas son una de sus especialidades, ¿qué destacaría de su juego?

-Siempre digo que no me gusta hablar de mí mismo, prefiero que la gente me evalúe domingo a domingo cuando me vaya bien. Pero si tuviera que destacar algo sería la buena visión de juego y la experiencia. Eso es lo que puedo aportar y para eso he venido.

-José Antonio Neva ha depositado mucha confianza en usted. ¿Siente mayor responsabilidad que sus compañeros?

-Para nada. Yo en ese sentido sé lo que puedo hacer y él sabe lo que puedo aportar tanto personal, como deportivamente. Tengo la misma responsabilidad que el resto de mis compañeros. Todos tenemos que ser una piña y todos tenemos que aportar lo mismo.

-¿Gran parte de la razón de su llegada al club la tiene Neva?

-José estaba muy interesado desde el principio del verano en que yo viniese. Está claro que es uno de los responsables de que yo esté aquí.

-¿Tiene la sensación de que es el sustituto de Pablo Niño?

-No, para nada. Ya se lo he comentado a varios compañeros. Para nada soy el sustituto. Yo soy Gervasio y vengo a aportar y a sumar, porque cada uno es de su padre y de su madre. Con el tiempo el público valorará si ha merecido la pena que venga o no.

-¿Cuándo se podrá ver a Gervasio en plenitud de condiciones?

-Espero que en esta semana pueda participar en todos los entrenamientos con el resto del grupo y de aquí a un par de semanas estar ya al cien por cien. Todos hemos tenido paciencia hasta el momento y ahora sólo cabe esperar. Las sensaciones están siendo bastante buenas. La recuperación después del partido también está yendo muy bien, así que sólo dependerá de la decisión de José.

-El equipo no ha empezado bien, pero se sigue pensando que la fase de ascenso es el objetivo.

-No me gusta mencionar la liguilla y menos ahora en septiembre. Con el paso de los años es una de las experiencias que he aprendido. Cuando llegue mayo ya empezaremos a hablar de eso. Aquí el objetivo ya se sabe cuál es desde el principio y no hace falta mencionarlo constantemente. Todos sabemos a qué jugamos y lo que tenemos.

-Dejando el plano deportivo a un lado, ¿después de su accidente de automóvil ve la vida de diferente forma?

-En distintas facetas, sí. A nadie le gusta tener un accidente así, que fue bastante fuerte y el coche quedó destrozado, pero en cierto modo valoras muchos más detalles que antes no valorabas. No es que me haya venido bien, porque ya digo que no se lo deseo a nadie, pero ayuda a ver las cosas de diferente forma. Soy una persona muy positiva y es como si tuviese una segunda oportunidad para poder demostrar muchas más cosas.

-Superado el susto y una vez asentado en la localidad, ¿cómo se siente en Pozoblanco con la ciudad y dentro del equipo?

-Llegué tarde, empecé la pretemporada después que el resto, nada más llegar me lesioné y luego vino el accidente. No me hubiese llegado en esa situación, porque me sucedieron una serie de cosas que a nadie le gustan. Pero bueno, soy bastante fuerte, he esperado y la gente aquí ha sido todo lo contrario que en otros sitios. No he sentido presión, la gente ha sido muy prudente conmigo y me ha demostrado mucho cariño sin conocerme. Ahora sólo espero poder devolvérselo domingo tras domingo.