Sin intensidad, sin garra, sin pundonor, sin fuelle, sin chispa, en definitiva sin nada. El Córdoba salió dormido en el Juegos del Mediterráneo ante un Almería que no dudó en aprovechar todo lo que el rival le daba en bandeja. Blando atrás y sin presencia en ataque, los blanquiverdes fueron un muñeco roto en manos de un cuadro almeriense que mordió todas las veces que quiso el arco de Pawel en una primera mitad nefasta, entre los miles de adjetivos negativos que se le pueden atribuir a los primeros 45 minutos. Todo quedó finiquitado en 38 minutos, aunque Trujillo quiso darle algo de vida al CCF en la segunda parte. Ahí el equipo cordobesista puso algo más de briega, pero no fue suficiente para cambiar el signo del partido. Un duro revés que deja a los blanquiverdes novenos en la clasificación, fuera de la zona de play off, -aunque con los mismos puntos que el quinto, el Girona- y alargando a seis las jornadas sin conocer la victoria. La herida sigue abierta y la crisis, visto lo visto ayer, va en aumento. Toca parar la sangría cuanto antes, porque la dinámica no es nada buena y los de atrás empiezan a apretar en una apretada tabla.

Tras el mal encuentro de la jornada anterior ante el Valladolid, Oltra quiso mover piezas en un once habitualmente continuista. Ayer hizo una revolución, conociendo al técnico valenciano, que apostó por Pedro Ríos, Edu Ramos y Bergdich, dejando en el banquillo a Guille Donoso, Caballero y Alfaro. Hombre por hombre y mismo modelo. Sin embargo, la toma de decisiones ayer le salió rana. No obstante, Juli tuvo el 0-1 en sus botas a las primeras de cambio, pero el alicantino lanzó fuera por poco. Ahí se acabó el CCF en una primera mitad que cogió claro color rojiblanco. En una gran acción de Ximo Navarro por el costado izquierdo de la zaga cordobesista, el Almería dio el primer puntillazo. El excordobesista se fue de todo el que salió a su paso y cedió el balón a Antonio Puertas, que se encontró con la salida de Pawel, pero el balón fue a parar a los pies de Fidel, que sólo tuvo que empujar a la red para poner el 1-0 en el marcador. El onubense, que se reencontraba con su exequipo, no quiso celebrarlo a lo grande, aunque sí lo festejó con los suyos.

El tanto local no espoleó a los cordobesistas. Todo lo contrario. Fue un jarro de agua fría que sirvió para que la desconexión fuese total. Con el Almería haciendo lo que quería, los de Oltra corrían detrás del balón, como si se tratase de un mono de feria. Esto se comprobó en el segundo tanto almeriense, en el que un autopase de Quique bastó para irse de Bijimine y plantarse ante un Pawel que no pudo frenar al delantero vallisoletano.

Con caras de descomposición y sin respuesta alguna, el CCF siguió bajo los mismos parámetros. Sin intensidad y sin espíritu, lo que no dudó en seguir aprovechando el Almería cada vez que se acercaba a las inmediaciones del meta cordobesista. De hecho, en la tercera que tuvo abrió más la herida, que estaba abierta y no parecía encontrar solución. Un saque de esquina botado por Fidel lo cabeceó Fran Vélez al fondo de la red ante la pasividad de un Edu Ramos que llegó muy tarde para frenar al pivote rojiblanco. Otro más en una acción a balón parado, una situación a la que Oltra no le encuentra la solución. Tras el 3-0 quedaba mucho tiempo por delante, aunque visto lo visto ayer no era el día del CCF.

Sin embargo, antes de acabar la primera mitad, el Almería, que en defensa mostró cierto grado de nerviosismo, dio algo de vida a los blanquiverdes, que sin quererlo ni beberlo se encontraron con un autogol de Trujillo en una acción de Rodri. Un tanto que dejaba algo de esperanza para la segunda mitad, pero lo importante de todo era cambiar la nefasta imagen dada.

Tras el paso por los vestuarios, Oltra dio entrada a Piovaccari y Alfaro por Pedro Ríos y Edu Ramos para intentar levantar el ánimo y la actitud, esa de la que adoleció en los primeros 45 minutos, de los suyos. La verdad es que el CCF mejoró ante un Almería que se atrincheró atrás para buscar la contra como mejor arma.

El primero que probó fortuna fue Luso, pero su lanzamiento desde fuera del área lo atajó sin problemas Casto. Acto seguido, el recién entrado al verde Piovaccari lo intentó con un disparo que metió en aprietos al meta del cuadro rojiblanco. El CCF volvía a tener sangre. No obstante, para redondear una tarde aciaga, Rodas vio su quinta amarilla y no estará ante el Mallorca y Piovaccari salió lesionado tras 19 minutos en el campo. Más problemas para la cita de la próxima jornada en El Arcángel ante los baleares.

Con el CCF teniendo el dominio del choque, los de Fernando Soriano guardaban como oro en paño lo conseguido en la primera mitad. Además, en alguna que otra acción a la contra, metieron en aprietos a la defensa blanquiverde -ayer de amarillo fluorescente-. A falta de 15 minutos para el final, Dubarbier tuvo la sentencia en sus botas pero el excordobesista remató alto. Los minutos pasaron y sólo Fran Vélez dio un susto a Casto. Un cabezazo del pivote rojiblanco suyo tuvo que sacarlo el meta para evitar el 3-2. Con el pitido final se acabó un mal partido del CCF, que mantiene su dinámica negativa y sale del play off. Toca cambiar y mucho para volver a lo que fue.