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"Tenemos hambre y juventud pero somos un equipo muy maduro"

  • El técnico repasa la temporada y el ascenso de un filial del que muchos futbolistas apuntan al primer equipo "Yo soy de los que piensan que no hay que tocar mucho el equipo", apunta sobre el futuro en Segunda B

El ascenso del Córdoba B no ha variado un ápice el carácter de Luis Carrión (Barcelona, 1979), su técnico. El catalán sigue mostrándose tranquilo, sereno y afable en el trato personal. Se nota que ha disfrutado de la temporada y ahora, con la recompensa al trabajo ya en el bolsillo, se le ve como siempre, aunque mucho más relajado pese a que el trabajo sigue. "Vamos a entrenar hasta que el primer equipo termine de competir", comenta mientras el compañero gráfico lo retrata sobre el césped de El Arcángel. Pero lejos de un problema, a Carrión eso le supone una motivación, una forma de acortar el período estival y el inicio de la nueva temporada. De hecho, a nuestra cita llega aún con las botas puestas, después de hacer sudar a sus hombres en Miralbaida. Sobre el césped de la que considera su casa se le ve cómodo, aunque más tarde confesará que su hábitat natural, desde mucho antes de que le llegara la hora de colgar las botas, era el banquillo.

-Después de toda la temporada invicto en casa, su equipo cae el día clave ante el Lorca en El Arcángel. ¿Qué piensa en el momento del pitido final?

-En ese momento estaba fastidiado sobre todo por el resultado, y así me fui a casa, fastidiado. Luego cuando vi el vídeo me di cuenta de que habíamos estado bien y que no había que alarmarse porque el Lorca era un equipo al que se le podía ganar. No me gustó el resultado pero sí las sensaciones que dejó el equipo y cómo jugamos.

-Durante la semana se hacía difícil creer en la remontada. En Lorca ya preparaban la fiesta por el ascenso. ¿Cómo se trabaja esos días para levantar el ánimo del equipo?

-Yo al revisar el partido me llené de confianza, viendo que su goles eran evitables y que nosotros pudimos hacer algunos más. Es verdad que somos un equipo joven y no sabes muy bien eso por dónde te puede salir. Pero estaba tranquilo pensando que podíamos ganar.

-Desde el vestuario siempre se creyó en la remontada, pero no me negara que el partido de Lorca salió tan redondo que hasta al propio equipo debió sorprenderle.

-Con los chicos jóvenes siempre te queda la duda de cómo entenderán los cambios que quieres meter en la forma de jugar. Y luego me sentí muy orgulloso de cómo entendieron eso, en una situación de tensión máxima.

-¿Temía la veteranía del Lorca en una situación muy favorable para ellos?

-A la hora de controlar un partido siempre tiene ventaja el equipo que posee más experiencia. De hecho ellos cuando encajaron el 1-0 aquí en El Arcángel estaban muy tranquilos. Pero por otro lado nosotros tenemos hambre y juventud, que siempre es positivo. Y dentro de esa juventud, nuestro equipo es muy maduro.

-Durante toda la temporada el Córdoba B estaba señalado como favorito. Algunos técnicos llegaron a referirse a las fichas de los jugadores. ¿Cree que no se valoraba entonces lo que estaba haciendo el equipo por llevar el escudo del Córdoba?

-Yo siempre he reconocido que tengo muy buen equipo, con gente que pronto va a estar en el primer equipo del Córdoba. Pero muchas veces eso se utiliza para justificar según que derrotas y hay que tener en cuenta que tenemos buen equipo, pero que son chicos de 19 años. Yo estoy muy contento con el equipo, pero los jugadores son al final los que determinan. Hemos estado en una liga igualada, en la que hemos perdido en campos de rivales teóricamente inferiores. Eso demuestra que no es tan fácil todo.

-¿Piensa que el Grupo X ha sido más flojo que otros años?

-La crisis ha afectado en general, ha bajado la calidad tanto en Segunda B como en Tercera. Pero yo pienso que el X es un grupo competido. Muchos entrenadores me dicen que aquí es todo muy igualado. No me gustaría menospreciar el grupo porque lo he vivido y sé lo que cuesta ganar.

-Dos de las claves de la temporada fueron el gran arranque y la superación de las bajas por necesidad del primer equipo.

-Empezamos muy bien, es verdad. Eso fue clave para ganar confianza de que esto podía salir bien. Y después, siempre han ido subiendo jugadores y eso es algo que me gusta mucho de mi equipo, porque aunque ha habido bajas siempre hemos competido bien. Sin ir más lejos, la última de Sebas, que era una importante, y el equipo ha competido igual.

-Con el primer equipo todavía compitiendo y las bajas acumulándose, ¿cree que Oltra tiene opciones serias para tirar del filial más allá de los habituales Abel Moreno y Bijimine?

-Yo sigo pensando que muchos de estos jugadores el día de mañana estarán en la elite. Y el Córdoba va a estar tiempo con algunos de estos jugadores. Estoy seguro que en momentos de presión responderán, porque Lorca fue eso para ellos y lo demostraron. Hay muchos jugadores capaces de responder a esa presión.

¿Qué ha pasado con Abel Moreno en el tramo final para que perdiera el sitio? ¿Algo que se escape de lo deportivo?

-No, no, nada que se salga de lo deportivo. Cuando ha venido conmigo, el chico ha trabajado bien, pero es cierto que en los últimos partidos no estuvo muy acertado. Yo creía que era lo mejor para el equipo y él lo aceptó sin ningún problema, tuvo un comportamiento ejemplar, que no es fácil. A mí nadie me dijo nada que se saliera de lo deportivo.

-En el lado positivo, la irrupción de Vera fue espectacular al final.

-A Vera ya lo conocía y es un jugador que se deja la vida, que tiene mucha hambre. Ha subido al final y ha metido goles, dos en el play off, que no es fácil. Yo espero que esté muchos años con nosotros. Trabajaremos con él porque tiene cosas que mejorar pero estoy muy contento con su aportación.

-¿Harán falta muchos retoques para afrontar el salto a Segunda B? ¿Quizás fichar hombres con experiencia?

-Yo creo que la experiencia en un filial no tiene mucho sentido, porque tienes que tener jugadores que aspiren al primer equipo. Además se ha demostrado que eso tampoco es sinónimo de éxito. Yo creo que el proyecto debe ser de cantera, empezando desde abajo, y que vayan subiendo juveniles, que haya más nivel. La intención es tener una plantilla competitiva pero sobre todo que los chavales lleguen al primer equipo.

-¿Tendrá un papel activo en la confección del equipo o es tarea de Emilio Vega?

-Ya durante el verano en el club se me escuchó. Trabajamos en buena armonía, con sintonía desde el principio. Yo soy de los que piensan que no hay que tocar mucho el equipo, pero siempre tenemos que estar viendo las posibilidades que haya. Durante el verano hablaré mucho con Keke, con el presidente y con Emilio para tratar de hacer el mejor equipo posible.

-Con la llegada de Albert Puig se habló de que en el segundo año él se encargaría de confeccionar el filial. ¿Esa idea sigue presente?

-Yo me tengo que adaptar a lo que el club quiera, no soy nadie para decidir. Al final, el primer equipo y el filial están mas unidos. Y es un trabajo de todos, de hecho hay jugadores que han recomendado Albert Puig y Álex Gómez y que están aquí. Lo importante es el club y no tanto quién lleve el trabajo. Aquí se escucha a todo el mundo y se trabaja en equipo.

-Ya vivió un ascenso en el Córdoba como jugador y otro como ayudante. Ahora le llega como entrenador. ¿De qué lado se vive más intensamente?

-Con el que mejor me he sentido es con este, porque yo soy mucho más feliz como entrenador que como jugador. Desde los 25 años yo ya pensaba en poder entrenar un día. Cuando me preguntan si echo de menos jugar a fútbol, la verdad es que no. Me gustaba jugar pero me gusta mucho más entrenar. Tienes más responsabilidad y estoy muy contento con este. En Las Palmas fue bonito por cómo fue todo, creo que eso no lo viviré más en la vida. Y el de jugador, pues también fue bonito, jugué 30 partidos esa temporada y como jugador te evades mucho más, disfrutas. Pero me quedo con el último.

-En la temporada del ascenso del primer equipo te llegó la oportunidad de entrenarlo, en el partido de Soria. Aunque aquello pareció más un marrón que una oportunidad. ¿Cómo viviste todo lo que sucedió esa temporada?

-Si te soy sincero, tuve que ser fuerte. Pasaron muchas cosas que no me gustaron. Vine con Pablo y estoy agradecido por su llamada. Él se fue, yo hablé con él y entendió que me quedara. Después se hablaron muchas cosas desde la desinformación, intentando buscar un enfrentamiento que no había. Paso lo que pasó y ascendimos pero fue una temporada complicada. Hay momentos en los que te dicen cosas que no están bien.

-Este año se cuestionó a Oltra y se volvió a hablar de Carrión como posible recambio. ¿Cómo vivió esa situación?

-Yo tengo un máximo respeto por José Luis, creo que ha hecho un gran trabajo y merecidamente está sexto. Está claro que yo el día de mañana quiero crecer pero sin ninguna prisa y desde el máximo respeto. A mí no me gustaría entrenar al primer equipo y ver que el chico del filial está ahí pensando en sustituirme.

-¿Cómo ve al primer equipo en el tramo clave del curso?

-Creo que hace un mes nadie pensaba que el equipo llegaría en esta situación. Se han rehecho de una racha mala en casa y han vuelto a ser el equipo que eran al principio. Yo creo que entrando en el play off todo se iguala y crecen las posibilidades de estar en Primera.

-Como hipotéticos rivales por el ascenso, ¿cuáles pueden ser los más temibles?

-Los equipos con más afición o masa social, tipo Zaragoza o el propio Córdoba, yo pienso que son favoritos. Pero también es cierto que el Nástic ha hecho buen año y puede subir aún a Primera de manera directa. Y los equipos que llegan por detrás como el Girona, Osasuna y el Alcorcón están bien y no serían rivales fáciles.

-Córdoba es su casa, ¿se ve muchos años más aquí?

-Esta es mi casa y me siento así. Mi hija es cordobesa y estoy muy a gusto. Me haría ilusión seguir mucho tiempo aquí pero sé que el fútbol otro día te llevará a un lugar distinto y si es para bien habrá que aceptarlo. Pero ahora estoy aquí, con tres años de contrato y con ninguna intención que no sea seguir aquí.

-¿Un sueño de futuro es entrenar al primer equipo del club?

-A todo el mundo le gustaría pero hablar de eso ahora es faltar un poco el respeto al entrenador del primer equipo, a Oltra. Yo estoy preparado para entrenar en cualquier lado pero también tengo que mejorar mucho. La Segunda B es una categoría difícil y tendré que hacer las cosas bien para seguir creciendo.

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