El Córdoba sumó una victoria vital en Anduva para seguir aspirando a disputar el play off de ascenso y lo hizo demostrando que en ocasiones es preferible jugar con menos delanteros para terminar siendo más efectivos a la hora de atacar.

De inicio, José Luis Oltra no varió su habitual 4-4-2, pero el curioso 3-3-3-1 que usa Terrazas en el Mirandés dibujó un partido loco, en el que el Córdoba no tuvo control alguno en la medular y en el que Xisco se encontró siempre desubicado, puesto que no recibía balones en ataque y tenía que bajar mucho a la medular para entrar en juego. Tras los primeros 15 minutos, en los que salió dominador, el Córdoba fue perdiendo protagonismo hasta sufrir antes del descanso.

Tras el correcalles de la primera parte, Oltra entendió que el equipo necesitaba más control para empezar a tener el balón y crear peligro. Sacrificó entonces a Xisco y adelantó a Markovic para jugar con un esquema más parecido al 4-2-3-1. A partir de ahí, el equipo tuvo más el balón con la entrada de Víctor Pérez y las ocasiones fueron ya más claras para los blanquiverdes. Ese dominio, unido a la bajada de intensidad del rival, permitió al Córdoba sentenciar y ganar con solvencia para seguir muy vivo en la lucha por el play off.