Deportes

Un vendaval sin premio final

  • Sólo la falta de puntería frena a un Córdoba ambicioso y superior

Hay derrotas duras por la forma en la que se producen y la de ayer del Córdoba ante el Oviedo es una de ellas. Porque los blanquiverdes fueron mejores desde el inicio hasta el final, ante un rival que aprovechó una acción a balón parado y que se encomendó a su defensa para aguantar, aunque lo que en realidad le benefició fue la increíble falta de puntería cordobesista.

Ya desde el inicio el Córdoba se mostró enchufado, defendiendo con las líneas juntas y haciendo daño al contragolpe, gracias a la verticalidad de sus extremos. Sin embargo, en el primer saque de esquina del rival, la falta de tensión de la zaga costó un disgusto. Josete remató hasta dos veces solo delante de Razak. El gol espabiló a un Córdoba que desde entonces buscó sin cuartel el empate. Con Pedro Ríos y Fidel desatados, los de Oltra acumularon ocasiones increíbles sin acertar a marcar.

La tempranera expulsión de Verdés no hizo más que acentuar el dominio de un Córdoba que en la segunda parte, además de dominar, atacó incluso con más criterio, alternando las entradas por una banda y por otra. Los laterales se descolgaron en ataque y tanto Florin como Xisco dispusieron de balones claros para haber marcado incluso más de un gol. La pegada tanta veces demostrada por el equipo no apareció en el partido en el quizás más lo mereció.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios