La decadencia del Córdoba en esta segunda vuelta es ya más que evidente. El conjunto blanquiverde ha sumado un punto de los últimos 12 en juego y, lo que es más preocupante, ha retrocedido varios pasos en cuanto a juego se refiere respecto al nivel que alcanzó en su mejor momento de la temporada. Síntomas que no dejan buenas sensaciones, más allá de unos números que a estas alturas de la competición todavía son reversibles.

El equipo que entrena José Luis Oltra ha perdido la solidez defensiva de la que hacía gala y que era la base de sus éxitos. En ataque ayer apenas hubo ideas, aunque lo más preocupante es la incapacidad del equipo para dejar la portería a cero.

El Zaragoza plantó tres mediocentros de calidad y trabajo en la medular y engulló al doble pivote cordobesista, algo a lo que ayudó Markovic por su tendencia a evadirse del trabajo defensivo. Con esas, el tempranero gol visitante quitó a los maños la presión de ir a buscar al Córdoba y su buena disposición defensiva fue suficiente para desesperar al conjunto blanquiverde.

Lentos en la circulación, los hombres de Oltra lo intentaron de manera más directa, con balones en profundidad hacia Florin, pero Carreras traía la lección aprendida y su equipo apenas sufrió.