Lo ha dicho siempre que se le ha preguntado Carlos González. Lo ha repetido con diversos matices José Luis Oltra. Y en esa postura se mantienen todos en las oficinas de El Arcángel: el Córdoba no va a fichar a nadie en el mercado de invierno... salvo que aparezca un mirlo blanco o haya más de una baja en la plantilla, pues no habrá un simple cambio de cromos. La buena respuesta que los futbolistas del filial vienen dando y la recuperación de Carlos Caballero para la causa en este mercado de invierno vienen a respaldar la postura de la entidad que, sin embargo, tiene la maquinaria de su dirección deportiva en marcha. De hecho, desde Eibar apuntan al interés blanquiverde en el central Borja Ekiza, que saldrá cedido del cuadro armero este mes con destino a Segunda División, mientras que el Betis ha ofrecido a Amro Tarek, egipcio sin minutos y al que desea foguear en España de cara al futuro. Y es que a nadie se le escapa que las principales dudas del equipo en esta primera mitad del campeonato están en la parte de atrás, si bien tampoco se descarta un movimiento importante en ataque, sobre todo si además de la más que probable salida de Arturo hay alguna baja más. De hecho, el nombre de Jorge Molina ya ha sonado con fuerza y algunos rivales directos lo ven de blanquiverde, pero a buen seguro que no es la única opción, ni mucho menos.

Con la renovación de Florin Andone y la inscripción de Caballero como primeros pasos en este mercado de invierno, el Córdoba se encuentra en una excelente disposición para dar un salto de calidad a una plantilla con apenas 21 profesionales... abierta desde el primer momento al filial. La buena clasificación del equipo tras 19 jornadas -es segundo, a tres puntos del liderato- y su claro favoritismo para pelear por el ascenso lo convierten en una plaza muy apetecible para cualquier jugador. Sin embargo, esa lectura choca con la idea del club de no tocar nada que pueda afectar al entendimiento del vestuario. El ejemplo de la temporada pasada en Primera, cuando tras los cambios de enero la plantilla se rompió por completo hasta desintegrarse en una ridícula segunda vuelta, está muy presente en El Arcángel. Es por tanto que la postura que defiende González es que no se incorporará a nadie salvo que aparezca un jugador irrechazable o haya más de una baja en alguna demarcación concreta, dejándola muy justa de efectivos. De hecho, desde las oficinas insisten en que el propio Oltra no ha pedido nada a la dirección deportiva.

Pero eso no significa que no se vaya a fichar o, al menos, que el trabajo de Emilio Vega y su grupo de colaboradores no está siendo exhaustivo en la disección del mercado. Porque a nadie se le escapa que el equipo actual, con sus virtudes, es susceptible de mejora en casi todas sus zonas. Quizás la más llamativa desde el inicio del curso sea la defensa, aunque es precisamente ahí donde la apuesta del club por promocionar a jugadores del Córdoba B se ha visto más recompensada. La irrupción de Abel Moreno, titular las últimas cinco jornadas en el lateral izquierdo por la lesión de Domingo Cisma -el pasado domingo ya con el ex del Elche en el banquillo-, y de Jonathan Bijimine en los dos compromisos más recientes, ante el Mirandés por primera vez de inicio por delante de Héctor Rodas, refuerza la postura de la entidad. Pero, ¿es una solución de garantías para pelear por el ascenso confiar en jugadores de Tercera División? Ahí es donde está el quid de la cuestión, pues para echar una mano ya ha quedado demostrado que tienen valía. Lo mismo que podría ocurrir con Alberto Quiles, Moha Traoré o Sebas Moyano, quizás los hombres más destacados del filial hasta ahora, en el caso de que la eventualidad se produjera en la parcela ofensiva.

Sin embargo, la mayor parte del cordobesismo coincide en que para pelear con más solvencia por un objetivo tan ambicioso como el salto a Primera División se necesita algo más que un recambio de emergencia. Es por eso que la dirección deportiva se está moviendo para incorporar a un zaguero. Con la banda izquierda bien cubierta, las miradas se centran en el lateral derecho o el eje, jugando siempre con la polivalencia de un Stankevicius que precisamente ahora está en un buen momento de forma, yendo cada jornada a más desde el costado. Así, el club parece que ha puesto sus ojos en Borja Ekiza, central del Eibar de 27 años que no entra en los planes de José Luis Mendilibar -dos partidos y 92 minutos en lo que va de Liga- y que saldrá sí o sí en busca de minutos de calidad en Segunda División. El Valladolid de Miguel Ángel Portugal fue el primero en preguntar por su situación, pero a la puja se han sumado ahora, según apuntan desde tierras vascas, el Alavés, el Zaragoza y el propio club cordobesista. Cuatro aspirantes claros al ascenso, relativamente bien colocados y que deberán pelear por seducir al central criado en Lezama.

Pero ahí no queda la cosa, pues al igual que ha hecho con la mayor parte de equipos de la categoría de plata, el Betis ha ofrecido la cesión de Amro Tarek. El egipcio, firmado este verano por la nueva y ya discutida dirección deportiva que encabeza Eduardo Macià, no lleva ni un minuto en lo que va de temporada y saldrá en este mercado invernal. A pesar de que al Villamarín han llegado propuestas del extranjero -ha probado en el Uniao Madeira-, la intención es que se quede en España, en un equipo puntero de Segunda y vaya aclimatándose a la Liga con el fin de que la próxima campaña pueda tener un sitio en el proyecto.

Eso en cuanto al centro, pues en el lateral no hay noticias y, según el club, no se esperan tampoco de Fernández, el cordobés que estuvo a punto de regresar en verano y que no tiene minutos en el Oviedo. Es más, su situación no es nada sencilla, toda vez que el lateral recaló en el Tartiere con una cesión por parte del Zaragoza y una opción de compra por el equipo asturiano a final de temporada.

Con todo, el trabajo de rastreo no es exclusivo de la defensa. Aunque el centro del campo puede estar algo justo en la posición defensiva, con Luso y el polivalente Rafa Gálvez, la disponibilidad ya de Caballero alivia a Oltra y descarta en un principio todo contacto con Javi Lara, que busca destino tras su paso por la SuperLeague de la India. No así en ataque, y por varios motivos. El primero es la más que probable salida de Arturo, un contratiempo menor en todo caso por tratarse de la quinta opción del técnico para las rotaciones ofensivas y habitual descarte. Pero, ¿y si sale alguien más? El papel de Raúl de Tomás y Jean Paul Pineda no está siendo acorde a lo ni el club ni ellos mismos esperaban, por lo que se descarta una vuelta atrás, en este caso más propuesta por los futbolistas que por el propio club. Y es que ambos confiaban en tener mayor protagonismo en un equipo en el que Xisco y Florin son titulares indiscutibles, y no parece que ni el hispano-dominicano ni el chileno estén en disposición de hacer cambiar esta situación. Algo que sí parece que podría conseguir un hombre como Jorge Molina, que ha sido vinculado en las últimas semanas, aunque por sus emolumentos se encuentre actualmente muy lejos de El Arcángel. O su compañero en el Betis y ex cordobesista Enzo Rennella, que tiene las puertas del Villamarín más abiertas todavía.

Además, por si fuera poco, está el caso de López Silva, descontento con su rol en la plantilla como pudo verse en el último partido ante el Mirandés -tuvo una bronca con Oltra tanto al salir a calentar como antes de entrar al teerreno de juego, donde se mostró tremendamente pasivo- y que termina contrato a final de temporada. Aunque de momento ninguna de las partes ha dado pasos hacia una ruptura abrupta, tampoco puede descartarse dado que a punto de cumplir 33 años el futbolsita onubense aún puede garantizarse un futuro mejor en otro club. Llegado el caso, quizás en lugar de un delantero la opción sería un jugador de banda... siempre que el Córdoba finalmente se decida a entrar de pleno en un mercado de invierno que ya está en marcha y que ofrece dos caminos diferentes dentro de la propia entidad cordobesista. Hasta el día 29 hay tiempo de ver qué postura se impone.