Fútbol l Tercera División

Un punto para contentar a todos

  • El Córdoba B, con un gol de Sánchez, niveló la contienda en la recta final · Juanmi adelantó por dos veces a su equipo, pero la expulsión de Aguayo y el fuerte calor resintió a los de José Antonio Neva

Un empate y todos tan contentos. El Córdoba B porque se repuso a los dos tantos de su rival y consiguió un punto en la recta final ante uno de los equipos a tener en cuenta durante esta temporada para optar a la fase de ascenso. Y el Pozoblanco porque demostró su potencial hasta la expulsión de Aguayo, que perjudicó el juego de un equipo que se vio superado a partir de ahí por el conjunto de Pedrito, cediendo la igualada a escasos minutos de la conclusión del duelo. Al final, un justo reparto de puntos para lo visto en El Guadalquivir, el campo del exilio blanquiverde por el mal estado de los terrenos de la Ciudad Deportiva.

A pesar de que al Pozoblanco no le gustaba en principio la elección del escenario, lo cierto es que las instalaciones del Polígono tienen mejor cara que el hogar de los blanquiverde. Y tras la polémica, siempre llega la calma. Nunca mejor dicho, porque fue el conjunto pozoalbense el que comenzó mejor el encuentro. Al filial le costaba hilar una jugada y los de José Antonio Neva buscaban los huecos de una defensa blanquiverde muy dubitativa durante toda la primera mitad.

Esos titubeos de la zaga cordobesista se notaron más cuando Raúl Balsera metió un pase a las espaldas de Josu para que Juanmi batiera con un tiro cruzado al meta local, Javi Jurado. Poco más de quince minutos y con el marcador a favor, mejor no se le podían poner las cosas al conjunto vallesano.

El gol pareció que entonó más a los jugadores del B, que pronto pusieron las tablas en el marcador. Sólo nueve minutos después, Pedro se sacó de la chistera una gran jugada personal que acabó con un lanzamiento al palo largo al que no pudo llegar el portero vallesano.

A pesar del tanto local, el conjunto que dirige Pedrito no terminaba de arrancar ante un Pozoblanco que controlaba el partido a su antojo. Así, lo volvió a demostrar antes de acabar la primera mitad cuando se volvió a adelantar en el marcador. Juanmi, libre de marca, cabeceó al fondo de las mallas un saque de esquina botado por Raúl Balsera. Dos de dos para Juanmi, el segundo en un claro error de la defensa local.

No obstante, David Hens pudo nivelar la contienda antes del descanso, pero su lanzamiento lo repelió el palo derecho de la portería de Óscar Benito.

Tras el intermedio, el filial consiguió igualar la contienda, pero el juez de línea anuló el tanto de Pedro por cabecear al fondo de las mallas en posición antirreglamentaria. Poco después, Aguayo tuvo el 1-3. El pozoalbense le ganó el mano a mano a Javi Jurado y cuando parecía que el balón iba a entrar, Villarejo lo sacó en la misma línea de gol. La acción fue muy reclamada por los pozoalbenses, ya que el asistente en un principio inició la carrera hacia el centro del campo, pero luego se paró. Aguayo lo criticó en exceso e Illana Fuentes lo mandó a la caseta antes de tiempo.

A partir de ese momento, el Pozoblanco aguantó atrás todo lo que pudo y buscó la sentencia a la contra. El filial mejoró con la entrada de Antonio Pino que, entre líneas, creó más peligro a la defensa visitante y empezó a general ocasiones de gol.

Primero, fue Joky el que probó fortuna con un lanzamiento lateral que hizo intervenir al cancerbero vallesano. Poco después Sánchez le puso el balón a Manu Leal, que solo en el punto de penalti escoró demasiado su disparo. El Pozoblanco resistía como podía y el gol blanquiverde estaba a punto de llegar. Se mascaba en el ambiente. Y, finalmente, llegó. A sólo dos minutos para el final, un saque de esquina botado por Manu Leal fue cabeceado a las mallas en el primer palo por Sánchez. Un gol que hacia justicia al empuje blanquiverde durante la segunda mitad. Al final, un punto y todos tan felices en el estreno liguero.

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