Alavés-córdoba

Se quedaron sin arroz (3-2)

  • El descuento castiga a un Córdoba muy rácano en la segunda mitad, que quiebra su racha triunfal en Vitoria Los blanquiverdes se ponen dos veces por delante y no lo aprovechan

El Córdoba quiso ayer hacer un buen perol en Vitoria, pero se quedó sin arroz en el momento decisivo. No pudieron los blanquiverdes disfrutar desde la distancia de la festividad del Arcángel San Rafael, donde muchos cordobeses y también cordobesistas  se divirtieron con la familia y los amigos, en casas, bares o en el parque periurbano de Los Villares, una cita clásica de cada 24 de octubre en Córdoba.  

Todo iba a las mil maravillas en Mendizorroza, pero se quedaron sin arroz cuando todo estaba ya preparado. Los cordobesistas sabían que tenían enfrente a un rival muy complicado, aunque eso no les amilanó en ningún momento y sacaron arrestos para tirar hacia adelante. Lo hicieron por partes, como si estuviesen preparando un buen arroz. Primero consiguieron frenar al cuadro vitoriano en los minutos iniciales del encuentro. Unos minutos en los que los de Bordalás siempre han sacado el máximo rendimiento a los encuentros, marcando goles que encarrilaban las victorias finales. Ayer no sucedió eso, porque el CCF sabe a lo que juega. Desde la solidez atrás, los de Oltra tranquilizaron el fuerte ritmo que le impuso el Alavés desde el comienzo. También aguantaron los sustos que dieron los vascos, con un lanzamiento de Juli y otro de Raúl García que se toparon con un Razak que al final sí estuvo bajo palos en Vitoria, a pesar de estar una semana entre algodones por un fuerte golpe en la tibia del anterior duelo ante el Numancia.

A fuego lento y con tiempo por delante, los blanquiverdes fueron añadiendo los condimentos necesarios para realizar un arroz al gusto de todos los cordobesistas. No tardaron mucho con el sofrito. Una gran jugada de estrategia valió para ponerse por delante en el marcador. Fidel sacó la falta y Florin, que se adelantó a su par, cabeceó al fondo de la red. El rumano está de dulce. Tres goles en dos citas para colocarse con cuatro, como máximo artillero del CCF. Todo se puso a la temperatura perfecta. Normalmente, como siempre comentan los entrenadores de esta igualada Segunda División, el primero que golpea se lleva los tres puntos. Quedaba mucho por delante y el Alavés no bajó los brazos en ningún momento. 

 

Con el carácter que tienen los equipos de Bordalás, los vitorianos tiraron de casta, algo que tiene de sobra Toquero. El delantero vasco, máximo goleador de los albiazules, probó fortuna con un disparo que salió al lateral de la red de la portería de Razak. A la segunda que tuvo, no falló. El ariete del Alavés cazó en el aire un medido centro de Dani Pacheco, que se paseó por la zona de Stankevicius como Pedro por su casa, para igualar de nuevo la contienda. Fue un contratiempo para los cordobesistas, que vieron como el fuego se apagaba mientras se estaba intentando de calentar bien el sofrito. 

 

En el tramo final de la primera mitad y con las fuerzas igualadas, el CCF se vino de nuevo arriba gracias a la calidad de Fidel y la briega de un bravo Florin. Antes de echar la carne, Luso probó fortuna con un disparo desde fuera del área que despejó a córner Fernando Pacheco. Acto seguido, Markovic fue el que puso en aprietos al exportero del Real Madrid Castilla. Incluso Florin tuvo el 1-2 tras una falta sacada por Fidel, pero el rumano no atinó con su cabezazo.

 

Todo estaba ya preparado y el momento llegó justo antes del descanso. Ahí emergió la dupla Fidel-Florin para fabricar el segundo tanto cordobesista. El onubense metió un pase en profundidad al ariete rumano. Escorado a la derecha, controló, paró y miró al segundo palo. Allí puso el balón para que el extremo izquierdo de Minas de RíoTinto cabecease al fondo de la red ante la pasividad de Laguardia. 

 

Con el sofrito y la carne echada, se llegó al término de una primera mitad en la que los blanquiverdes supieron contrarrestar la presión asfixiante de los locales con un buen juego. La estrategia y las contras dan muchos puntos en esta nivelada Segunda División. Era el turno para pensar el momento ideal para echar el arroz. Quedaban 45 minutos por delante. 

 

Tras el paso por los vestuarios, el Córdoba se echó poco a poco atrás. Con la ventaja en el marcador, sólo faltaba poner la puntilla en una contra. Aunque tuvo que sufrir el acoso por momentos de los de Bordalás, que atosigaban siempre por el mismo costado. Dani Pacheco, jugador que siempre ha gustado mucho a la directiva encabezada por Carlos González, hizo su mejor partido de albiazul. De hecho, trajo en jaque a Stankevicius durante todo el partido. El lituano no pudo frenar al madrileño y Pedro Ríos no estuvo tan fino como ante el Numancia, donde dio un recital de despliegue físico. 

 

Mientras que Oltra refrescaba a su equipo dando entrada a Raúl de Tomás y Pineda por Xisco y un gran Fidel, la banda derecha cordobesista fue el claro objetivo del cuadro vasco. Por allí llegó la igualada. Dani Pacheco controló, regateó y lanzo un disparo que se fue al fondo de la red. Un lanzamiento que tocó lo justo Héctor Rodas para que Razak no consiguiera parar. Aún quedaba tiempo para seguir calentando los condimentos puestos en el perol, pero el Alavés estaba apretando mucho. Ellos son más de pintxos. Aunque Florin siguió incordiando a la zaga local, el rumano estuvo cerca de hacer una nueva diana, pero su cabezazo lo sacó Fernando Pacheco.

Con el CCF atrincherado en su área en los últimos minutos, con la idea de rascar ya un punto para mantener su buena racha, llegó el golpe definitivo. Ghichón lanzó y Razak no blocó bien, mandando el rechazo Pelegrín al fondo de la red. Ya no hubo tiempo para más. El Alavés se fue de pintxos y el CCF se quedó sin arroz para su perol.  

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