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Un revulsivo de seis minutos

  • La tempranera expulsión de Pantic condiciona a un CCF más valiente

Apenas seis minutos duró el efecto revulsivo en el estreno de José Antonio Romero como técnico del Córdoba, los mismos que tardó Velasco Carballo en expulsar a Pantic y condicionar de manera clara el resto del partido. El equipo, si bien es cierto que cometió errores que no se pueden consentir al primer nivel, mejoró en cuanto a actitud y, a pesar de la tempranera expulsión, se puso por delante e intentó defender su renta, aunque la inferioridad numérica y el enseñamiento arbitral terminaron por impedirlo.

Romero siguió fiel a sus principios y utilizó el esquema que ya usaba en su etapa en el filial: el 4-1-4-1. Con Zuculini por delante de la defensa, Borja García y Krhin actuaron como volantes interiores, con Bebé y Heldon claramente escorados a las bandas. Hasta seis novedades introdujo el técnico cordobés en el once inicial, con la vuelta de Juan Carlos al arco y de Heldon, Gunino y Pinillos a la titularidad como permutas más destacables. El relevo en los laterales evidenció la idea de Romero de buscar mayor profundidad.

Desgraciadamente al equipo se le puede juzgar poco, porque el planteamiento cambió a los seis minutos con la expulsión. A partir de entonces, tocó defender y contragolpear. Al menos, en actitud sí que se notó un gran cambio, aunque de poco sirvió.

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